El presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, reconocido por más de 50 países como presidente encargado de Venezuela, sostuvo una reunión este sábado 31 de octubre la urbanización Maracacuay, específicamente el sector Santa Margarita, donde sostuvo un encuentro con la comunidad de cara a la consulta popular que impulsa para diciembre y que se haría en paralelo con las elecciones parlamentarias.
Rodeado de vecinos de la comunidad en el municipio Sucre del estado Miranda, Guaidó insistió en que con la presencia del mandatario Nicolás Maduro en el poder «no hay vida», al tiempo que aseveró que «ni siquiera es un dictador», calificándolo como un «pran» y un «capo».
«Cualquier dictador pudiera poner agua, gasolina, energía eléctrica. Esto es un pran. ¿Se imaginan a un pran yendo a un banco pidiendo un préstamo? (…) Cualquier presidente del mundo, cuando va a pedir un préstamo, tiene que presentar una serie de credenciales: Cómo está la deuda externa, cómo está la inflación (…) Díganme quién le prestaría un centavo cuando hipotecó Citgo, vendió el país al extranjero. Nadie», enfatizó.
Manifestó su deseo que los más de cinco millones de personas que están fuera de Venezuela puedan regresar al país, al igual que pidió que se haga justicia pero «sin revancha» porque «no hay paz sin justicia».
Respecto a la explosión de la refinería de Amuay, que según la administración de Maduro fue por culpa de un misil, Juan Guaidó subrayó que «el arma que destruyó a Venezuela fue la corrupción» y otros elementos como el «resentimiento» y las ganas de un grupo de enriquecerse, al tiempo que señaló que la igualdad de todos los venezolanos apuntó para la miseria.
«Ese fue el misil que destruyó no Amuay. La libertad de expresión, el estado de Derecho, que destruyó las fases fundamentales de la proyección de los venezolanos. Estamos sufriendo consecuencias de guerra», dijo.
La actividad de calle de Guaidó ocurre una semana después que el viernes 23 de octubre, juramentara al comando por “la Libertad y las Elecciones Libres” que impulsaran la campaña “Venezuela alza la voz”, en Caracas; campaña que tiene como finalidad “unificar, organizar y movilizar a los ciudadanos en rechazo al fraude electoral” del 6 de diciembre y promover la participación en la consulta popular, para “exigir el fin de la dictadura”.
Un día después de ese acto, se conoció la salida de Venezuela del coordinador nacional de Voluntad Popular, Leopoldo López, quien permanecía en calidad de «huésped» dentro de la embajada de España en Caracas.
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