El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela y presidente encargado de Venezuela, reconocido por más de 60 países, Juan Guaidó, asegura que no descarta el uso de la fuerza para lograr que Nicolás Maduro abandone el poder.
Así lo ha admitido en una entrevista en RNE este mismo martes, convencido de que la única solución es seguir presionando al régimen, sobre todo ahora que considera que la pírrica participación en las elecciones legislativas demuestra que «la gente está perdiendo el miedo», y convencido de que de manera voluntaria, Maduro no se irá.
Al presidente encargado le han preguntado de forma concreta si excluye el uso de la fuerza ahora mismo, y la respuesta no dio lugar a dudas: «Tenemos que tener todas las alternativas presentes. En Venezuela, el régimen actuante, es decir, Maduro, está señalado por un delito de lesa humanidad», y tras destacar que el la primera vez en la historia de Latinoamérica que un presidente actuante es señalado por delitos de lesa humanidad, ha insistido en no descartar la vía violenta: «Responsablemente hay que evaluar qué herramientas tenemos, qué mecanismos existen para una transición que genere la mayor estabilidad y la mayor gobernabilidad posible privilegiando siempre una solución a través de elecciones».
«Responsablemente hay que evaluar qué herramientas tenemos, qué mecanismos existen para una transición que genere la mayor estabilidad y gobernabilidad», indicó.
En este sentido, Guaidó ha insistido en la necesidad de «lograr generar presión en el régimen porque Maduro ha demostrado que de manera voluntaria no lo va a hacer».
Guaidó ha arremetido contra los comicios del pasado domingo, en los que el chavismo retomó el control de la Asamblea Nacional que le eligió a él como presidente interino hace casi dos años. Unos comicios que «han sido un fraude», ha dicho, pero no por la escasa participación (sólo el 30% de los electores acudieron a las urnas), sino porque la oposición ni siquiera se presentó al considerar que «no había condiciones de poder elegir, de ser elegido, de tener un árbitro creíble u observadores internacionales». Esta escasa concurrencia a las urnas demuestra que los venezolanos están perdiendo el miedo y que «la dictadura está sola» porque «ya no tiene poder de convocatoria ni siquiera con el chantaje».
Guaidó cree que «la dictadura está sola» porque «ya no tiene poder de convocatoria ni siquiera con el chantaje»
El presidente encargado ha insistido en esta consideración, en que «la dictadura está sola» y «no tiene poder de convocatoria ni por medio del chantaje», puesto que «voceros de la dictadura hablaban de que el que no votara no comía», ha denunciado.
Y tras prometer que no va a permitir que aniquilen la alternativa democrática de Venezuela que dice tener el honor de representar. La clave, más allá de los resultados y la pérdida del control de la Asamblea, es la mantener la unidad de la oposición.
España deja en el aire, hasta el 5 de enero que comienza a andar la Asamblea, «el trato que damos al presidente encargado que nace de la Asamblea anterior»
Por su parte, la ministra de Exteriores del Gobierno de coalición, Arancha González Laya, ha reiterado que a su juicio, y el de la UE, no se han respetado el mínimo de garantías democráticas» y por tanto «no reconocen» las elecciones celebradas en Venezuela. Pero ha dejado en el aire, hasta el 5 de enero, la decisión de «qué trato damos a la Asamblea actual», así como el «el trato que damos al presidente encargado que nace de la Asamblea anterior», ha recordado, aunque ha prometido «seguir contribuyendo a apoyar a los venezolanos a alcanzar una solución política»
Ante los mensajes del expresidente Rodríguez Zapatero en referencia a los comicios, la ministra ha reiterado que este lo hace a título individual «y en su nombre», pero ha reconocido que es interesante escucharle cuando reclama a la UE que cambie su postura y acabar con las sanciones contra el país porque «dos años después, no ha habido un cambio; es más, se ha enquistado el problema político». En este sentido, Laya ha reclamado a los actores políticos del país que haya un consenso entre todas las fuerzas en Venezuela, dejando de lado los desacuerdos. «Hay que buscar un mínimo espacio de entendimiento de ayuda humanitaria», ha reclamado.
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