La Federación Venezolana de Maestros llama a sus agremiados a «no incorporarse al inicio del año escolar» por no existir condiciones para la protección ante el COVID-19.
En un comunicado también aseguran que “sin salario decente no habrá trabajo docente”.
Los docentes ganan lo que consideran un salario de hambre que no alcanza ni siquiera para comprar dos productos de la cesta básica.
Un maestro gana menos de bolívares 1.600.000, lo que representa menos de dos dólares quincenales cuando la canasta básica semanal puede sobrepasar los 30 dólares.
El sueldo mínimo, coloca a Venezuela en el rango de los países en pobreza extrema, según lo establecido por la Organización de Naciones Unidas.
“Los docentes no están dispuestos a incorporarse a un nuevo año escolar en esas condiciones”, reza el documento.
Consideran que Venezuela “no tiene capacidad para dar respuesta a la crisis sanitaria de vieja data, profundizada con la pandemia del COVID-19”.
Explican que si el régimen no ha garantizado a los maestros ni siquiera un sueldo para alimentarse, “mucho menos tiene para cumplir recomendaciones de la Unesco para iniciar las actividades escolares”.
Enfatizan que en Venezuela esas medidas de la Unesco de comenzar clases combinadas, presenciales con online, son discriminatorias en nuestro país.
En primer lugar, porque “no se cuenta con servicios públicos eficientes para ofrecer a la población, agua potabilizada, electricidad, transporte, alimentación, salud”.
Y menos se cuenta con “servicios de comunicación a través de internet, ni recursos tecnológicos para que este programa llegue a todos los hogares”.
La Federación de Maestros también hace un llamado a la sociedad civil, «a los educadores, padres y representantes a unirnos para exigir educación de calidad».
Además, piden apoyo a los maestros en sus exigencias por mejor calidad de vida.
NotiVeraz