La administración de Nicolás Maduro ha “privatizado” al Hotel Humboldt y a todo el cerro El Ávila o Waraira Repano como lo denominó posteriormente el chavismo. La familia Ceballos serían los “sultanes” que dominan esta zona,.
Marcano asegura que si los caraqueños alzan la mirada podrán ver en la cima del cerro El Ávila las evidencias de un proceso de conquista: la familia Ceballos, uno de los grupos contratistas favorecidos por la revolución bolivariana, empezó en 2014 a construir la extensión del teleférico al litoral, pero cinco años después amplió su control a la operación de la lujosa torre cilíndrica que corona la montaña.
Ahora la apuesta es seguir privatizando allí más bienes para explotarlos, incluyendo todo el sistema teleférico, la pista de patinaje sobre hielo y los pequeños comercios de la caminería que culmina en el hotel construido en la década de los años 50.
¿Qué es Operadora Turística Humboldt 1956?. Es otra de las múltiples fachadas mercantiles de la familia Ceballos, uno de los contratistas predilectos de la administración de Nicolás Maduro.
¿Y quiénes son los Ceballos?. Se trata de un grupo familiar que, desde finales de la década de los años 70, se había dedicado a la construcción de obras civiles para el Estado venezolano al amparo de diversas personas jurídicas y, desde el año 2000, con Inversiones Alfamaq como su empresa principal.
En el Sistema Nacional de Contrataciones públicas no es difícil notar que la experiencia de los Ceballos se había desarrollado hasta 2007 fundamentalmente en el área de construcción de planteles educativos, como proveedores de la Fundación de Edificaciones y Dotaciones Educativas (FEDE) del Ministerio de Educación.
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