Las exportaciones de petróleo de Venezuela cayeron en 2022 debido al deterioro de la infraestructura, las sanciones de Estados Unidos y una creciente competencia en sus mercados preferidos de envíos, pese a la ayuda recibida de Irán, según datos y documentos navieros.
Se espera que las exportaciones de este año se vean impulsadas por la flexibilización por parte de Estados Unidos de su régimen de sanciones mediante la autorización a algunos socios de la estatal PDVSA para que reanuden la recepción de crudo venezolano.
Irán amplió su rol en Venezuela el año pasado mediante el envío de suministros para impulsar las exportaciones y técnicos para reparar una refinería. Pero el mal estado de los puertos, campos petrolíferos y refinerías del país y una dura competencia con Rusia en el suministro de crudo a China seguirán limitando las ganancias, dijeron expertos.
La estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) y sus empresas mixtas exportaron unos 616.540 barriles por día (bpd) de crudo y productos refinados el año pasado, una caída del 2,5% desde 2021 y ligeramente por debajo de 2020, según un recuento de datos y documentos de Reuters.
“A pesar del incremento de la ayuda iraní, la declinación de las exportaciones netas proviene de una combinación del estancamiento de la producción y la creciente competencia de las exportaciones rusas en el mercado negro chino”, dijo Francisco Monaldi, experto en energía latinoamericana del Instituto Baker de la Universidad Rice.
PDVSA no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
El país miembro de la OPEP impulsó sus exportaciones de coque de petróleo, metanol y otros subproductos del petróleo, lo que ayudó a compensar parte de la pérdida de ingresos. Los envíos de estos productos de menor valor se triplicaron a 4,36 millones de toneladas métricas el año pasado versus 2021.
DEFICIENCIAS DE REFINACIÓN
Las refinerías de PDVSA iniciaron el nuevo año procesando 386.000 bpd de crudo, menos del 30% de su capacidad instalada conjunta de 1,3 millones de bpd, según cifras provistas por sindicatos petroleros y trabajadores.
La baja refinación debido a frecuentes interrupciones de planta y retrasos en el mantenimiento dejó al mercado nacional de combustibles con largas filas de conductores esperando gasolina frente a las estaciones de servicio a fin de año.
La nueva crisis de la gasolina está surgiendo a pesar de que Venezuela triplicó las importaciones de petróleo a 78.170 bpd en 2022, principalmente por mayores entregas de crudo y condensado de Irán, lo que ayudó a producir crudos de exportación y combustibles de motor.
La producción de crudo de Venezuela promedió unos 721.000 bpd según datos preliminares de diciembre e informes de la OPEP. La extracción aumentó un 13% respecto al año anterior y se mantuvo por encima de los niveles durante la pandemia, pero muy por debajo de los promedios históricos y no alcanzó la meta de PDVSA para 2022 de 2 millones de bpd, mostraron los datos.
Se espera que la producción de crudo aumente en unos 100.000 bpd este año, dijo Monaldi, de Baker. Agregó que las exportaciones podrían recuperarse un poco más si las empresas mixtas logran drenar millones de barriles de inventarios y si PDVSA es capaz de competir de manera más agresiva en Asia.
Este año se hará efectiva una licencia estadounidense otorgada a Chevron Corp para recuperar producción y exportaciones en Venezuela. La italiana Eni también podría recibir un cargamento de crudo venezolano este mes.
Venezuela en 2022 recibió entre 6.000 millones y 7.000 millones de dólares en flujo de caja petrolero tras descuentos de precio, costos marítimos, tarifas de intermediación, canjes y pagos de deuda, según cifras independientes. El apetito mundial por combustibles alternativos impulsó las exportaciones de subproductos del petróleo, agregando millones de dólares a la caja el año pasado.
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