Expertos analizan politización de la FAN como medio de control en el país

El portal La Gran Aldea realizó varios trabajos englobados en el especial llamado «Venezuela, país cuartel», donde se analiza cómo el camino de la Fuerza Armada Nacional (FAN) como un instrumento para la democracia y la estabilidad del país cambió desde la llegada de Hugo Chávez a la presidencia en 1999.

Desde entonces, se buscó la articulación con los mandos militares para asegurarse el control del país que han derivado en lo que actualmente los venezolanos conocen. Cuando Nicolás Maduro llegó a Miraflores en 2013, coincidiendo con factores como el colapso de la industria petrolera y una disminución en los ingresos de la nación, siguió en la misma línea de Chávez con la FAN bajo el estímulo de un “beneficioso” modelo que sigue intentando sostenerse a cualquier precio.

En estos trabajos de análisis realizados por La Gran Aldea en su aniversario se refleja que no hay una línea que permita la división entre la militancia partidista y los elementos de la Fuerza Armada Nacional (FAN), con lo que se asienta en el poder y mantiene el control de todo el país usando al componente castrense y la represión como política de Estado.

Los porcentajes de presencia de oficiales en los ministerios varían con los años y según cómo fluye la situación política del país, en especial en momentos de inestabilidad, pasando entre 29% y 52% de los cargos. Un peso que ha incidido en la evolución histórica de la nación.

La codicia de la FAN por el poder ha terminado en “gobernabilidad autoritaria” y en la existencia de un “Estado cuartel”, en el cual los militares controlan ministerios, empresas del Estado, gobernaciones y parlamentos nacional y regionales. Pero también han recibido facilidades para crear su propio conglomerado de industrias en diversas áreas y han sido administradores de recursos públicos.

Se evidencia la pérdida del carácter institucional del sector militar al no tener civiles en la contraloría de la FAN; hecho que sucedió cuando se le quitó a la Asamblea Nacional la potestad de revisar, evaluar y aprobar los ascensos militares, como lo hacía antes el Ministerio de la Defensa y la Comisión de Defensa del extinto Congreso.

Además, la actual FAN cuenta con tres estructuras que no sólo desconocen a los gobernadores como primera autoridad civil, sino que se imponen sobre estos y tienen más poderes: Las Regiones Estratégicas de Defensa Integral (REDI), las Zonas Operativa de Defensa Integral (ZODI), y las Áreas de Defensa Integral (ADI).

El historiador Elías Pino Iturrieta, los abogados Juan Manuel Raffalli y José Ignacio Hernández, y los periodistas Sebastián de la Nuez y Hernán Lugo-Galicia analizan este proceso de politización de la Fuerza Armada y de convertirla en un poder público gobernante.

NotiVeraz

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