“Una vez más debo recordarle al Estado que la impunidad que muestra sobre mi caso no prescribe por ser una violación a los derechos humanos” dijo Linda Loaiza.
Linda Loaiza López, abogada y defensora de DD.HH., recordó este jueves que se cumplieron cinco años de la sentencia condenatoria de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a su favor.
Loaiza fue secuestrada, torturada, mutilada y violada en 2001, por el llamado “monstruo de Los Palos Grandes”, Luis Carrera Almoina.
A través de sus redes sociales, la activista denunció la impunidad por parte del Estado venezolano.
“Son 5 años exigiendo al Estado venezolano su obligación de cumplir con la sentencia López Soto Vs. Venezuela”.
“Se cumplen cinco años” desde que la CIDH le “notificó la sentencia condenatoria que dictó contra el Estado”, al que la corte insta a “continuar eficazmente la sustanciación del proceso penal en curso en el ámbito interno y, en su caso, sancionar a los responsables por los hechos de tortura y violencia sexual”, destaca en su post.
La medida de la Corte también establece que el Estado debe investigar a fin de “identificar, juzgar y, eventualmente, sancionar a los responsables de los actos de hostigamiento, ataques y amenazas”, así como “determinar, por intermedio de las instituciones públicas competentes, las eventuales responsabilidades de los funcionarios que no investigaron desde un primer momento lo sucedido”.
Pero, la abogada aseguró su caso “no prescribe por ser una violación a los derechos humanos”, además de ratificar que la “su inacción” le “sigue revictimizando”, tanto a ella como a su familia.
La sentencia
La CIDH encontró al Estado “responsable por los hechos de tortura y violencia sexual sufridos por Linda Loaiza López Soto”, durante su cautiverio, cuando apenas tenía 18 años y fue secuestrada el 27 de marzo de 2001.
“Fue sometida de manera continua a diversos actos de violencia física, verbal, psicológica y sexual, incluyendo la ingesta forzada de alcohol, drogas y medicamentos, privación de alimentos, reiteradas violaciones vaginales, anales y con objetos”.
Recibió “golpes que le provocaron traumatismos contusos y hematomas en el rostro, los pabellones auriculares, el tórax y el abdomen, fractura de la nariz y la mandíbula, entre otros”.
Ella acudió a instancias internacionales, puesto que en Venezuela se celebraron dos juicios orales, puesto que el primero fue anulado.
En el segundo proceso penal, el agresor, fue condenado solo por de privación de libertad y lesiones gravísimas, pero absuelto por violación.
notiveraz