El lunes 20 de septiembre a eso de las 3:00 de la tarde, pescadores y el Comando de Vigilancia Costera encontraron sin vida los cuerpos de los ciudadanos Reinaldo Ordosgoitti y Yender Sleiter Brito, quienes pescaban en la zona cercana a los aliviaderos de la Hidroeléctrica Macagua, en La Llovizna, Puerto Ordaz, estado Bolívar.
El grupo de cinco hombres salió a pescar desde las 7:00 de la mañana del domingo, no habían pasado dos horas de haber llegado al sitio, cuando abrieron las compuertas de Macagua y la corriente de agua arrastró a Ordosgoitti y Brito alejándolos de la orilla. Luego de más de 28 horas de búsqueda terrestre, acuática y aérea fueron encontrados en la zona de piedras del salto La Llovizna.
“Era la primera vez que él iba porque lo invitó un vecino (…) él era albañil, pero estaba desempleado”, dijo Amparo Ordosgoitti, hermana de Reinaldo. “Él no sabía nadar ni siquiera, se animaron porque el vecino había agarrado unos pescados grandes la noche anterior”.
Desde hace más de tres años ha aumentado el número de personas que se acercan a pescar en esta zona prohibida, empujados por la caída del salario, las bajas oportunidades de empleo, la destrucción de las industrias de Guayana y la necesidad de conseguir alimentos.
En septiembre de 2019, dos hombres fueron encontrados muertos en esta misma área, luego de ser arrastrados por la corriente cuando se abrieron los aliviaderos de Macagua.
“Ojalá pudieran poner una alarma cada vez que abran esas compuertas, los que pescan allí no lo hacen porque quieren, sino porque tienen necesidad. Ese es el medio de ellos de sobrevivir, de llevarle el pan a sus hijos, no es fácil cuando tienes a un hijo pasando hambre”, afirmó Ordosgoitti.
Según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) de la Universidad Católica Andrés Bello, entre 2019 y 2020, Bolívar era la tercera entidad con menos personas activas económicamente, solo por debajo de Amazonas y Delta Amacuro.
En ese momento, solo cinco de cada 10 bolivarenses estaban trabajando, un porcentaje alarmante de desempleo de la que años atrás fue la alternativa económica no petrolera del país, pero que hoy con industrias paralizadas, deja sin oportunidades de trabajo digno y seguro a sus ciudadanos.
Yender Sleiter Brito quien también falleció en este incidente, tenía dos meses pescando en esta zona y dejó huérfano a un menor de siete años. “No conseguía trabajo y eso era lo que veía más fácil”, dijo su esposa Katherine Vera. Pidió a las autoridades de la hidroeléctrica ser vigilantes al momento de abrir las compuertas.
Una persona que observaba la búsqueda desde el Parque Cachamay, relató que muchos al igual que él han pescado en esta zona para resolver una comida del día y que más de una vez ha tenido que correr sobre las piedras, cuando de imprevisto abren las compuertas para aliviar la represa Macagua.
Pese al despliegue de funcionarios, la tarde de este lunes había pescadores tanto en la parte baja de la represa Macagua como en la caída de agua cercana al Parque Cachamay. Pescadores allí presentes desconocían que dos hombres estuvieran desaparecidos por pescar en esa zona.
NotiVeraz