Vehículos en cola, unos en espera de la gasolina y otros para llenar sus tanques, es el escenario que amaneció este lunes 31 de mayo en las estaciones de servicio premium de la Península de Paraguaná, sede de la refinería Cardón, que produce parte del combustible que mueve el país.
Las estaciones de servicio premium de Paraguaná pasaron de recibir entre 12.000 y 18.000 litros en días intermedios a recibir 9.000 litros dos veces a la semana, contaron a El Pitazo los encargados de las bombas que ofrecen este servicio.
Desde que comenzó la crisis por el combustible, pocas veces se ha visto cola en las estaciones de servicio dolarizadas de Paraguaná, que son la mayoría, ya que para atender a la población en general a través del sistema Patria solo quedaron cinco: tres en Carirubana, una en Falcón y una en Los Taques.
Desde hace tres semanas se ha visto la merma en la distribución de gasolina premium; los sábados y domingos la mayoría no vende gasolina o la que ofrecen se acaba a primera hora del día. Ahora es común ver los lunes, colas de 20 a 50 carros en gasolineras a 0,50 dólares por litro.
Este lunes 31 de mayo todas las estaciones de servicio estaban abiertas, pero esperaban combustible que no llegaba desde el pasado miércoles o jueves, pues eso depende de la distribución de Pdvsa. Al consultar con encargados e isleros de las bombas, se supo que Pdvsa ha disminuido el suministro poco a poco y ahora solo reciben 9.000 litros (para vender 3.000 litros diarios) según la demanda del usuario.
Al momento en que pasaron a ser estaciones de servicio premium, la distribución era interdiaria y recibían entre 12.000 y 18.000 litros, según las ventas de cada estación y el tamaño del tanque. Durante mayo recibieron gasolina dos veces por semana y 9.000 litros, que deben durar tres días.
«Pdvsa hace su cronograma y nos avisan un día antes cuando nos toca el suministro. A veces llega en la mañana y a veces en la tarde. Pasamos todo el día aquí esperando la gandola. No podemos tener días sin vender; eso causa alarma. A veces, abrimos a las siete de la mañana y ya a las diez no hay gasolina, porque si sacamos cuenta de tres mil litros, que podemos vender entre cuarenta litros, que es lo que usa un carro pequeño, atendemos setenta y cinco carros; aunque ese número puede variar», dijo una encargada que prefirió no decir su nombre porque Pdvsa les prohíbe dar parte de lo que reciben o venden.
Al consultar a los usuarios, unos se balancean entre la dolarizada y la subsidiada. «Hacemos cola una semana y completamos con dolarizada; los que trabajamos con el carro tenemos que solucionar, pagamos un puesto, vemos cómo hacemos, pero nos ayudamos con ambas. No es fácil pagar la gasolina a ese precio. Además, es la misma subsidiada, no es que tiene un plus y por eso es más cara. Nos preocupa cuando no hay gasolina dolarizada porque es ahí donde vemos que el problema más grave está cerca», dijo Aura de Blanco en la estación de servicio subsidiada Texaco de Punto Fijo.
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