Hermosa, grandiosa, excepcional, acelerada y acogedora: así definen los ciudadanos a Caracas, que ha visto nacer a cerca de 3,5 millones de habitantes, pero también abrió sus puertas a personas del interior del país y a extranjeros que llegaron desde distintas partes del mundo para estabilizarse y formar familias.
Caracas cumple 455 años de su fundación este lunes 25 de julio. Junto a ella se acumulan grandes anécdotas, historias, vivencias e innumerables muestras de agradecimiento de sus habitantes por tener el privilegio de disfrutar cada rincón que la capital venezolana ofrece a diario, pero también el anhelo de verla progresar y ser un espacio cuidado por todos sus ciudadanos.
No existe lugar de Caracas donde las personas no se sientan identificadas y queridas por su gente. Muchos expresan la tranquilidad que sienten al visitar una plaza o un parque, o al caminar por calles que hacen viajar al pasado y recordar la niñez en la ciudad del Ávila.
Hermosa, grandiosa, excepcional, acelerada y acogedora: así definen los ciudadanos a la capital, que ha visto nacer a cerca de 3,5 millones de habitantes, pero también abrió sus puertas a personas del interior del país y a extranjeros que llegaron desde distintas partes del mundo para estabilizarse y formar familias.
Los caraqueños son personas amables, agradables y dispuestas a colaborar con el necesitado, así lo aseguran los mismos transeúntes en la metrópoli. Consideran que los valores no deben cambiar y que cada persona debe mantener intacta su solidaridad y educación a pesar de las circunstancias que se presenten.
Mery Mejías, habitante de Caracas, expresa que el calor humano es una de las características que identifican a los capitalinos. Sin embargo, comenta la importancia de reforzar los principios en una sociedad que a diario se enfrenta a grandes dificultades y cambios emocionales.
Carlos Petit, natal del estado Zulia, decidió salir de su tierra para emprender una nueva vida en Caracas. Asegura que fue bien recibido en la capital, donde también consiguió un buen trabajo. Aunque considera que se vive de manera acelerada, dice que se ha adaptado fácilmente y cada vez que tiene una oportunidad se dedica a conocer los lugares más emblemáticos.
Luisa Carnota, en cambio, llegó de España a Caracas hace más de 50 años. Afirma que se siente orgullosa de vivir en una ciudad que la cobijó con la amabilidad de sus habitantes, quienes siempre estaban dispuestos a brindarle una mano amiga cuando lo necesitaba.
Aunque son muchos los aspectos positivos de la capital, hay quienes aseguran que se deben rescatar varios espacios que actualmente se encuentran en abandono. De igual manera, indican que es responsabilidad de cada persona cuidar, respetar y mantener las zonas que conforman Caracas. Hay otros ciudadanos que les piden a los caraqueños no cambiar y seguir siendo las mismas de siempre.
Alfredo Hernández, de 43 años, destaca que la Caracas soñada es aquella donde prevalece la amabilidad y todos los ciudadanos son iguales. «Que la amabilidad que muchos han perdido, regrese», pide este caraqueño.
«Que siga siendo la ciudad amiga de todo el mundo, recibiendo gente y dando oportunidades para todos. A las personas les decimos que sigan siendo buena gente y nunca se olviden de ayudar al otro», expresa una dama venezolana, acompañada de su esposo y su hijo, quienes desde hace ocho años salieron de Venezuela a tierras extranjeras y actualmente se encuentran de visita en la capital, donde crecieron y formaron parte de su vida.
Uno de los valores más relevantes por rescatar y fomentar en la capital venezolana es el respeto, a juicio de Mery Mejías, quien afirma que todo caraqueño debe ser constante en estudiar, trabajar y ser cada día mejor persona, para dejar un buen legado y demostrar que «valió la pena ser un caraqueño».
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