En EE.UU. apuestan que el barranquillero Alex Saab está a un par de semanas de convertirse en huésped de uno de los edificios federales más infranqueables de Miami: el Federal Detention Centers.
El gobierno de Nicolás Maduro se ha empeñado en dilatar su extradición desde Cabo Verde.
Pero, para Washington, la evidencia en contra del señalado testaferro de Maduro es contundente y los procedimientos para su captura, el pasado 12 de junio, impecables.
De hecho, se especula que la dilación de su extradición buscaría llegar a acuerdos mínimos con Maduro sobre qué hablará, circunscribiendo su colaboración al tema de los contratos oscuros de las casas subsidiadas –por los que se pidió su captura–, y dejando a salvo lo que sabe sobre el oro y dólares que han salido desde Venezuela hacia Turquía, Rusia e Irán.
De su colaboración, sin embargo, dependerá lo largo de su temporada en el FDC.
El edificio tiene una capacidad para más de 1.300 detenidos y cuenta con un temido piso –el 13– que en la jerga delincuencial latina se conoce como ‘el bote’.