Autoridades de EE.UU. arrestaron al empresario de Miami Jorge Nóbrega bajo cargos de lavado de dinero y de violar las sanciones impuestas al régimen de Nicolás Maduro, al adquirir un contrato para brindarle servicios a aviones de combate rusos comprados por la fuerza aérea venezolana.
Nóbrega fue arrestado el domingo, al término de una pesquisa iniciada por la Oficina de Investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional (HSI), tras recibir información de que el empresario suministraba servicios de mantenimiento a la flota venezolana de aviones Sukhoi-30 (SU-30).
El empresario compareció el lunes ante un juez y tendrá nueva audiencia el miércoles, en la cual la fiscalía tiene previsto argumentar que Nóbrega debería permanecer bajo arresto porque podría fugarse, dijeron fuentes familiarizadas con el caso.
La investigación, realizada con la ayuda de un informante confidencial (CI), determinó que Nóbrega presuntamente habría emprendido esfuerzos para esconder los pagos provenientes del régimen de Venezuela de las autoridades estadounidenses, señala la acusación introducida en la corte.
Nóbrega recibió múltiples transferencias del régimen en una cuenta en un banco portugués abierta a nombre de su compañía en Miami, Achabal, ubicada en el 4769 de la 72 avenida del Noroeste.
Achabal tiene una filial del mismo nombre que opera en Venezuela.
Según los testimonios brindados por el informante, Nóbrega fue visitado en Caracas por el ministro de Defensa del régimen, Vladimir Padrino López, para que aplicara espuma de poliuretano supresora de explosiones (ESF por sus siglas en inglés) en las alas de los aviones de combate.
A través de la técnica de mantenimiento de Achabal, la espuma es inyectada en los tanques de combustible de los SU-30 para reemplazar la espuma ya vencida.
El procedimiento ahorra los costos de tener que desmantelar las alas de las aeronaves, donde se encuentran los tanques, y enviarlas a Rusia para que sean tratadas. Nóbrega accedió a brindar los servicios sin obtener las debidas licencias de las autoridades estadounidenses, señala la acusación.
El informante confidencial dijo que en agosto del 2018 Nóbrega comenzó a discutir con él la necesidad de esconder el origen de los múltiples pagos que esperaba recibir del régimen por el mantenimiento de la flota aérea a través de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
Pero el empresario quería esconder el vínculo con la compañía estatal.
“Nóbrega y el CI discutieron la importancia de cerciorarse de que no haya ninguna mención de PDVSA en los futuros documentos de trámites con el banco portugués”, aún cuando “PDVSA seguiría estando involucrada en los pagos a Nóbrega”.
Por otro lado, Achabal informó a los proveedores de ESF en Estados Unidos que la espuma sería utilizada en aviones comerciales, no militares.
El caso contra Nóbrega es el último de una serie de enjuiciamientos emprendidos en Estados Unidos contra empresarios involucrados en operaciones de corrupción en sociedad con funcionarios venezolanos y contra quienes les han asistido en evadir las sanciones estadounidenses contra el régimen de Maduro.
La malversación de miles de millones de dólares en Venezuela, particularmente a través de PDVSA, su principal fuente de efectivo, ha contribuido al drástico colapso económico de la nación sudamericana, obligando a millones de personas a huir a países vecinos y a Estados Unidos, aseguran las autoridades estadounidenses.
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