En sucesivas ruedas de prensa, el ministro para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Diosdado Cabello, ha descrito las tres operaciones diseñadas para desplazar por vías violentas al presidente Nicolás Maduro. En esas comparecencias, ante los medios de comunicación, transcurridas desde agosto del año pasado, Cabello ha dicho que el financiamiento de esas operaciones proviene del narcotráfico, en cuyas actividades están presuntamente incursos siete alcaldes del Zulia, quienes ya están privados de libertad; además de empresarios, operadores del sistema de justicia, policías y militares.
Pero ahora, se añaden los negocios con el llamado dólar paralelo, como otra fuente de financiamiento de los planes conspirativos, según las develaciones de las últimas horas.
Las tres operaciones concretas que ha denunciado el ministro Cabello son: el sabotaje a las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024; plan No a la Navidad (develado el 23 de Noviembre 2024) y el intento por detener las elecciones regionales y parlamentarias del 25 de mayo pasado. En todos esos planes aparecen como jefes María Corina Machado e Iván Simonovis, según se observa en los distintos hampogramas exhibidos por el ministro.
Todas esas operaciones tienen como principales ejecutores, personas traídas desde el extranjero, pranes de determinadas cárceles y grupos de la delincuencia organizada.
El 14 de septiembre de 2024, el ministro Cabello informó sobre la incautación de 410 armas de fuego, entre fusiles y pistolas, enviadas mediante encomiendas desde Estados Unidos a Venezuela para ser entregadas a los grupos encargados de fomentar el caos en los días previos y posteriores a las elecciones presidenciales.
Allí se dibujaron las lineas generales de dicho plan que quedaron fijadas como referencia para posteriores proyectos. Pese a que le información sobre ese lote de armas fue revelada por Cabello ese 14 de septiembre, el ingreso de ese armamento a Venezuela se venía produciendo desde antes, bajo la coordinación de Simonovis. Incluso, Cabello sugiere que hubo problemas cuando las autoridades venezolanas incautaron un lote de esas armas, situación que cobró la vida de una persona, asesinada en venganza porque Simonovis pensó que alguien robó las armas para comercializarlas.
Extraoficialmente conocimos que Cabello se refería al homicidio perpetrado contra el exmilitar venezolano Ronald Ojeda, sacado a la fuerza de su inmueble ubicado en la comuna La Independencia, Santiago de Chile el 21 de Febrero de 2024. Su cadáver fue desenterrado el 1° de marzo de ese mismo año, con signos de haber sido enterrado vivo en una fosa improvisada ubicada en la comuna de Maipú, capital chilena.
‘’Han ocurrido en otros países asesinatos de algunas personas…eso está vinculado con esto’’, dijo Cabello ese 14 de septiembre en lo que pudiera interpretarse como una alusión al asesinato de Ronald Ojeda. Cabello refirió, en esa ocasión, que el armamento incautado serviría para cometer “actos terroristas promovidos por sectores políticos’’.
Uno de esos eventos era el ataque con explosivos a la embajada de Argentina, en Caracas, donde para ese momento estaban asilados seis dirigentes de Vente Venezuela, el partido de María Corina Machado. Esto, con la idea de achacarle esa acción violenta al Gobierno del presidente Maduro, explicó Cabello.
Tal ataque fue abortado con la captura de tres de sus ejecutores. Pero además, el ministro informó la detención de 30 personas, entre ellas, dos españoles vinculados con el Centro Nacional de Inteligencia de España, así como tres estadounidenses, uno de ellos Wilbert Joseph Castañeda Gómez, militar activo. En sus chats telefónicos habla de que vino a Venezuela a “matar hasta el perro’’. También agrega una especie de órdenes: “tienen que llegar al Palacio’’; “la gente con armas se tiene que organizar y montar una ofensiva grande’’.
Pese a que esas acciones quedaron desarmadas con las detenciones de Castañeda Gómez y otros, Cabello dice que “ellos no se paran’’. Efectivamente, las detenciones de otros grupos (venezolanos y extranjeros) entre noviembre de 2024 y abril de 2025, confirman que dichos planes seguían en pie, pero con otros ejecutores (militares y policías desertores) que estarían siendo reclutados desde Ecuador por el capitán expulsado Javier Nieto Quintero.
Guanipa y los Cripto Activos
Antes de las elecciones del pasado 25 de mayo, el ministro Cabello compareció ante los medios en dos ocasiones para develar esos planes que quedaron pendientes, destinados a caotizar a Venezuela.
El lunes 19 de mayo, el ministro informó la detención de 38 nuevos mercenarios: 17 extranjeros y 21 venezolanos. Entre los detenidos figuran siete militares encabezados por el teniente desertor de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) Arturo José Gómez Morantes, quien se radicó en Estados Unidos, una vez fracasado el golpe de Estado que montaron el 30 de abril de 2019, en el distribuidor Altamira.
Este grupo de personas, que el ministro denominó Coyotes o Los Cripto Activos, venían a ejecutar secuestros selectivos de dirigentes políticos. Otra célula dentro de los 38 detenidos, tenía la misión de cometer ataques contra comandos policiales, hospitales, embajadas y servicios públicos.
La lista de los extranjeros detenidos en esta nueva trama contiene al albano-colombiano Enit Kasmi, capturado en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, Maiquetía, La Guaira.
Este sujeto está presuntamente vinculado a la mafia que controla el tráfico de drogas desde Ecuador, señaló el ministro. “La mafia del narcotráfico en Ecuador tiene a algunos albaneses. Y en Ecuador están los campamentos de entrenamiento de los narcoparamilitares, y ellos sin ningún pudor dijeron que estaban entrenando venezolanos allá”, dijo Cabello al establecer las relaciones entre el narcotráfico y las actividades de violencia con fines políticos aquí.
“Es el componente que ellos han puesto para esta nueva aventura para evitar que hayan elecciones el 25 de mayo”, indicó Cabello. El albanes-colombiano detenido posee una difusión roja emitida por Bruselas que data del 9/12/22 por el delito de organización, asociación o grupo delictivo/drogas. El hombre pretendía alojarse en el hotel Marriot (El Rosal, municipio Chacao, Miranda), reservación sufragada por Martha S Hoyos, directora de Finanzas y Administración de la empresa PHP Agency.
Ese nuevo grupo de 38 detenidos guarda relación con los capturados en Zulia, quienes a su vez, están presuntamente ligados a las actividades del tráfico de drogas que dirigen Jercio Parra, aclaró el ministro Cabello.
El también vicepresidente sectorial de Política, Seguridad Ciudadana y Paz, ha dicho que el narcotráfico es el que financia las acciones de violencia ejecutadas por un grupo de extrema derecha. Al respecto, desde marzo pasado, las autoridades militares y policiales han venido incautando lotes de drogas que ese grupo del narcotráfico tenía almacenadas en el municipio Miranda (Los Puertos de Altagracia), Zulia. La droga ingresaba desde Colombia, pasaba por el Lago de Maracaibo, hasta su salida hacia Estados Unidos. Producto de la Operación Relámpago del Catatumbo, se han incautado 34.860 kilos de cocaína.
Un nombre que aparece en los distintos hampogramas presentados por el ministro de Interiores, como integrante del grupo de extrema derecha que impulsa la vía violenta para acceder al poder político, es Juan Pablo Guanipa.
Este dirigente fue capturado el pasado viernes 23 de mayo. Cinco días después, Cabello reveló que Guanipa recibió una transferencia desde la plataforma financiera AirTM. Y es precisamente a través de ella que se movilizarían los fondos para ejecutar el nuevo proyecto de violencia política tendiente a caotizar a Venezuela, mediante la implosión económica, escenario ideal que traería el esperado levantamiento de militares que derroquen a Maduro, según sus cálculos.
Una de esas armas para suscitar el desbaratamiento de la economía, con incidencia en el precio de los alimentos, son las plataformas digitales desde donde promocionaban el dólar paralelo, cuyo desmantelamiento inició el Gobierno con la detención de 25 operadores.

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