Los videojuegos son una de las formas de entretenimiento que más ha crecido y no dejará de hacerlo. Por ello las ganancias que genera son atractivas para los cibercriminales, quienes se dieron cuenta de que esta industria es una opción para obtener un beneficio económico, especialmente si se enfocan en usuarios de PC o dispositivos móviles.
Según datos de la consultora especializada en gaming Newzoo, los ingresos globales de la industria de los videojuegos podrían alcanzar los 189,300 millones de dólares en el 2021, una cifra que explica el interés de los ciberdelincuentes por este sector.
Para Fernando Cuervo, director de crecimiento de producto en la firma de ciberseguridad Lumu, en los últimos años se ha generado una especialización en el cibercrimen para realizar ataques más sofisticados en diversas áreas, y los videojuegos no están exentos de este problema.
Además de las ganancias que pueden sacar de ellos, el experto resalta que la industria es atractiva porque un único ataque puede alcanzar a una población grande, la cual es usuaria común de los videojuegos, tendencia que se replica en Latinoamérica, una región impactada por los cibercrímenes debido a que se comparte el idioma.
¿Dónde hay más ciber riesgos?
De acuerdo con Luis Corrons, investigador senior adjunto de Avast, los sectores del gaming más afectados por los ataques o brechas de seguridad son aquellos que juegan desde PC o desde sus teléfonos móviles. En el primer sector, los problemas más relevantes tienen relación con malwares para robar información.
La forma en que estas vulnerabilidades se instalan es a partir de versiones hackeadas del juego, las cuales ofrecen beneficios a los usuarios, pero que suelen infectar el equipo al descargarlos o instalarlos.
Datos del Informe sobre ciberamenazas relacionadas a los videojuegos elaborado por Kaspersky, detallan que entre el tercer trimestre de 2020 y el segundo trimestre del 2021 se detectaron más de 5.8 millones de ataques de malware y software no deseado disfrazados de populares juegos de PC.
Otra de las amenazas relacionadas con este medio son los cracks, es decir un parche que se aplica a un programa para alterar su estructura. Su objetivo suele ser evadir un control requerido por los desarrolladores para poder acceder a más funciones o seguir utilizando el producto sin pagar.
Corrons incluso destaca que por medio de estas vulneraciones se aprovechan los equipos de los gamers para el minado de criptomonedas, pues su potencia asegura a los cibercriminales una mayor actividad para obtener ganancias de las divisas virtuales.
Asimismo, destaca que una modalidad más es la obtención de información por medio de malwares, cuyo propósito es robar cuentas de usuarios para venderlas en mercados negros. Esta actividad es atractiva, pues se vale de las transacciones que los jugadores hacen para obtener objetos o skins que mejoran su experiencia.
Por otra parte, los usuarios de teléfonos móviles suelen ser un blanco ideal, debido a que suelen ser un público casual, el cual no suele estar informado de los peligros digitales. Además, los criminales aprovechan que ellos igualmente buscan apps modificadas para obtener beneficios en el juego, lo cual abre brechas de seguridad.
Cabe mencionar que el crecimiento económico de este mercado también es una explicación al creciente interés de los ciberatacantes, pues de acuerdo con Newzoo, el 2021 terminará con ganancias de 90,000 millones de dólares y se espera que tal cifra llegue a 116,400 millones de dólares en 2024.
Soy gamer, ¿cómo prevenir hackeos?
Entre las recomendaciones de los especialistas en este asunto se encuentran descargar las aplicaciones o títulos de las tiendas oficiales sin importar que otras versiones ofrezcan beneficios.
También resaltan la necesidad de usar contraseñas fuertes y únicas para cada cuenta, con el propósito de que si una se ve vulnerada, no comprometa al resto, así como usar el doble factor de autenticación.
Respecto a los medios de socialización, si bien las redes sociales son un sitio para organizar partidas, los expertos aconsejan no hacer clic en ningún enlace a sitios externos desde los chats y, en caso de hacerlo, comprobar la dirección de cualquier recurso que solicite el nombre de usuario y contraseña.
En este sentido, María Lobato, CMO de Lumu, menciona que cada conexión, incluso la de los videojuegos, son una opción más de ataque para los cibercriminales y por ello se debe resaltar el tema de la educación incluso en los niños, pues esto mejorará su experiencia en la web, mientras los padres minimizan riesgos.
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