El gran hermetismo en ascensos militares frente al 5 de julio

Los ascensos militares son un hito para la Fuerza Armada Nacional (FAN) y se concretan los primeros días de julio.

En 2020, la FAN promovió a sus integrantes del Ejército, la Armada, la Aviación y la Guardia Nacional (GN) en medio del recién llegado covid-19 y las tareas derivadas del entonces estrenado Sistema Defensivo Nacional. Además, tras la llamada Ley “constitucional” de la FAN, impuesta por la constituyente, la milicia se estrenó como un componente especial de la organización castrense.

Para 2021, la institución armada ha estado movida por el conflicto en el Alto Apure que inició el 21 de marzo y que muchos analistas no dan por concluido, pese a que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cooperación (FARC) entregaron a los ocho efectivos secuestrados en abril. Bajo la opacidad, dentro de lo que sabe, 16 militares fallecieron durante los enfrentamientos, y hay un número impreciso de uniformados heridos, mientras llueven los cuestionamientos a la operatividad castrense.

Estaba previsto que los ascensos de grados inferiores y medios comenzarán a realizarse en las diferentes unidades de la FAN el 28 de junio; sin embargo, fueron suspendidos. Se espera que estas promociones, hasta el grado de teniente coronel, se ejecuten el 2 de julio. Los actos se celebran en los comandos de las Regiones Estratégicas de Defensa Integral (REDI) y las Zonas Operativas de Defensa Integral (ZODI).

Se prevé que, en el caso de los coroneles y capitanes de navío, los actos sean el 3 de julio. Asimismo, los generales y almirantes serían promovidos el 5 de julio. Para todos los actos, la indicación expresa es que, dada la situación de la pandemia, los uniformados deben acudir sin su familia.

Bajo hermetismo

El politólogo y analista militar Ricardo Sucre Heredia destaca el hermetismo que reina sobre los ascensos militares de 2021, con mayor acento que en 2020. No obstante, atribuye esta situación a la propia dinámica asumida por la FAN.

“La Fuerza Armada asume los ascensos como una dinámica institucional propia y con cierto equilibrio. La propia institución es la que evalúa a sus integrantes. La FAN tiene una autonomía supervisada por su comandante en Jefe, Nicolás Maduro. Los generales que el Alto Mando recomienda, es lo que interpreto de lo dicho por Maduro en 2020, son los que él aprueba”, enfatiza Sucre Heredia.

Puntualiza que eso no significa que Maduro sea tonto y que ya no le interese el componente armado, como han señalado algunos sectores. Esta tesis tuvo asidero en la llamativa ausencia del gobernante en el desfile del 24 de junio, cuando se celebró el Bicentenario de la Batalla de Carabobo y Día del Ejército.

Sucre Heredia puntualiza que Maduro da sorpresas, a pesar de que no parece ser una persona audaz en ese sentido.

Padrino Lopez

Sobre los grupos o segmentos que interactúan dentro de la organización castrense, el analista indica que el ministro de la Defensa, general en Jefe (Ej) Vladimir Padrino López, el jefe del Comando Estratégico Operacional (Ceofan) y el resto de los integrantes del Alto Mando, es decir, la cúpula militar, están muy ideologizados. Agrega que esto se traduce en que los oficiales se sienten parte de un proyecto político, el chavismo.

«Sin embargo, hay una dualidad muy extraña porque, al mismo tiempo, son militares profesionales. Se asumen como chavistas, pero también como profesionales de las armas, no se asumen como un ejército partidista. Lo que hay es una simbiosis entre unos valores militares y unos valores políticos. Pero, todavía hay una barrera, una formación, por más que el chavismo se haya empeñado en romper con el pasado, la FAN es una institución que tiene una historia», destaca Ricardo Sucre Heredia.

Refiriendo al teórico Huntingon, dice que hay mayor peso del control subjetivo. El analista castrense destaca que, más allá del Alto Mando, dentro de la FAN hay claridad en que lo que tienen actualmente es el único proyecto militar posible. Señala que debajo de los mandos hay gente que, probablemente, tiene críticas y observaciones sobre el funcionamiento de la institución o la operatividad desplegada en Apure.

«Los militares no tienen un contraste. A lo mejor no les gusta el discurso del oprobio, de los 40 años, de la visión militar norteamericana. Pero, tampoco tienen un proyecto político que haga contraste. El discurso de la oposición es o ‘te volteas para que no te castiguemos’ o ‘pobrecito te dejamos haciendo los negocios’. A lo mejor muchos individuos allí no están de acuerdo, pero saben que expresar eso, aunque sea manifestarlo, el oficial sabe que va a quedar solo «, indica.

Por su parte, Luis Barragán, miembro de la dirección nacional de Vente Venezuela y también analista militar, subraya que los ascensos militares de 2021 se concretarán en medio de la configuración del Estado comunal que, por estos días, apremia el gobierno que encabeza Nicolás Maduro.

«El solo compromiso partidista contraído por el Alto Mando Militar con el régimen ahora afanado en la consolidación del Estado Comunal, ha afectado dramáticamente la vida institucional de la Fuerza Armada. Sus incursiones en ámbitos reñidos con su específica misión constitucional ha puesto en tela de juicio la vocación y la trayectoria del soldado que fuimos construyendo desde los tiempos de Juan Vicente Gómez, paradójicamente, el hacedor del Estado Nacional y del Ejército», señala.

Barragán añade que así como en su momento el profesionalismo castrense fue puesto en tela de juicio en el caso del Plan Bolívar 2000, ocurrió con el desempeño en el Alto Apure. Recordó que la fracción 16 de Julio de la Asamblea Nacional de 2015, introdujo en septiembre de 2020 un proyecto de Ley de Ascensos Militares.

«El objetivo de este proyecto es honrar la deuda contraída con el artículo 331 constitucional, por más de 20 años, afianzando la promoción por mérito, escalafón y plaza vacante, eliminando el llamado factor de corrección, entre otros aspectos. La dinámica política impidió que prosperara, gracias a la eterna circularidad de las negociaciones», aseveró.

Ascensos y reserva activa

El ministro Padrino López informó en abril pasado la activación de la Junta Calificadora de Ascensos para los grados superiores desde coronel y capitán de navío hasta generales y almirantes.

De acuerdo con los anuncios del alto oficial, las decisiones que se asuman se harán de forma colegiada mediante “un proceso de equidad, transparencia y justicia para nuestros dignos oficiales de la institución castrense”.

El artículo 92 de la llamada Ley «constitucional» de la FAN, los grados de coronel, general de brigada, general de división, mayor general y general en jefe, y sus equivalentes en la Armada, «serán promovidos por el Presidente de la República y Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional».

Padrino López aseguró que se daría una revisión minuciosa de los méritos y capacidades de los candidatos. Mientras tanto, en la FAN ya comenzaron los actos de despedida de los oficiales graduados en 1988, quienes, este año cumplieron 33 años de servicio profesional y pasan a la ahora llamada reserva activa.

Así sucedió, el 27 de junio, con la promoción «TN Pedro Lucas Urribarrí» que egresó de la Escuela Naval de Venezuela en 1988. Fuentes de la FAN informaron que el acto de pase a retiro y graduación de los nuevos oficiales sería el 9 de julio.

Fuente: diario Tal Cual

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