La emergencia humanitaria compleja agravó la situación de los embarazos en adolescentes, una crisis que recrudece sin respuestas, ni atención del Estado. Sobre esto, expertas en salud sexual y reproductiva alertaron en la rueda de prensa ofrecida por el Observatorio Social Humanitario.
Venezuela ocupa el tercer lugar con mayor tasa de embarazos en adolescentes de la región y según el Fondo de Poblaciones de Naciones Unidas (FPNU), el país tiene 95 nacimientos por cada mil adolescentes entre 15 y 19 años, en un contexto de políticas públicas ausentes y sin información actualizada.
Se conoció que entre 2007 y 2014, uno de cada 10 nacimientos fue de una madre adolescente y ese mismo año dejaron de publicar cifras oficiales.
A juicio de las especialistas, el embarazo temprano en Venezuela se debe a múltiples factores, aunque principalmente lo atribuyen a la ausencia de educación sexual integral, desconocimiento, la falta de acceso a métodos anticonceptivos, algunas barreras culturales y a la falta de legislación en derechos sexuales y reproductivos.
Al respecto, Mercedes Muñoz, presidenta de la Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa (Avesa), alertó que las causas de este problema se profundizaron con la emergencia humanitaria compleja, así como también sobre las causas del embarazo adolescente porque el Estado no tiene planes ni políticas que abarquen la educación sexual y no facilita el acceso a métodos anticonceptivos.
“Hay circunstancias históricas y culturales que llevan al embarazo adolescente. Por ejemplo, que se asume que los adolescentes no tienen relaciones sexuales desde temprana edad, y que a las mujeres, desde muy temprana edad, se les enseña a que lo primordial es ser madre”, aseguró Muñoz y agregó que los derechos sexuales y reproductivos deben estar permanentemente en la agenda pública.
Para Nelmary Díaz, especialista en salud sexual y reproductiva de la Asociación Civil de Planificación Familiar (Plafam) en la sociedad venezolana “tenemos una educación sexual negativa y cargada de mucha estigma”, que “niega un problema que no solo existe sino que nos sobrepasa”.
Aseguró que el Estado venezolano no respeta el derecho de los adolescentes (desde los 14 años) a solicitar servicios de salud sexual establecido en la Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescente (Lopnna) y niega a los jóvenes la posibilidad de acceder a información oportuna.
En ese sentido, dijo que debe romperse la barrera cultural de que los adolescentes no tienen relaciones sexuales, y que estas son únicamente para reproducirse.
La representante de Plafam también indicó que un factor agravante fue la pandemia ya que en los hospitales disminuyeron los servicios de planificación familiar y el acceso a métodos anticonceptivos. Al respecto, la Asociación Civil Convite, reseñó que en febrero de este año, el índice general de escasez de métodos anticonceptivos fue de 62,6%
Venus Faddoul, abogada y directora de la ONG 100% Estrógeno insistió en que la realidad de América Latina y específicamente en Venezuela, está altamente influenciada por la Iglesia y el estigma con el que cargan las mujeres.
Ante ello, denunció que el Estado venezolano viola el derecho que todos los adolescentes tienen a decidir sobre su sexualidad y cuestionó a los médicos que se niegan a atender a jóvenes menores de edad cuando estos buscan métodos anticonceptivos sin la presencia de sus padres.
Para Faddoul es importante enfatizar en las leyes para cumplirlas y presionar para que la interrupción del embarazo sea un tema que vuelva al debate, muy a pesar del “fuerte lobby religioso, católico” que pone en jaque los avances alcanzados.
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