En la actualidad, el cibercrimen avanza a un ritmo vertiginoso, en un mundo donde la dependencia humana de los dispositivos electrónicos conectados a internet es prácticamente total. A diario, se encuentran casos de ciberestafas, muchas de las cuales se basan en métodos rudimentarios pero efectivos.
Estos fraudes son versiones modernas del conocido «Cuento del Tío» de los años 80, pero ahora realizados mediante un celular o una computadora.
Gran parte de estos engaños se apoyan en técnicas de Ingeniería Social, donde los criminales se hacen pasar por empresas o servicios confiables para solicitar la restauración de cuentas de redes sociales, correos electrónicos, aplicaciones bancarias o plataformas de compraventa como Mercado Libre. Estas estrategias explotan la vulnerabilidad de ciertas personas, particularmente las mayores, quienes por su deseo de ayudar y su limitado conocimiento tecnológico, son más propensas a caer en este tipo de fraudes. Sin embargo, el panorama se está complicando aún más con el avance de la Inteligencia Artificial (IA).
IA y su influencia en el cibercrimen
El uso indebido de la IA está transformando la ciberseguridad. Hoy en día, cualquier persona con conocimientos intermedios puede acceder a códigos que faciliten la creación de programas maliciosos, desde malware diseñado para estafas altamente sofisticadas, hasta ransomware (secuestro de datos) prácticamente indetectable por los antivirus convencionales.
Las IA pueden ser utilizadas para desarrollar nuevas formas de cibercrimen, técnicas que aún no son reconocidas en su totalidad. Con unos pocos servidores, aplicaciones de IA y algo de programación, es posible realizar ataques cibernéticos que superan la capacidad de las herramientas forenses tradicionales.
Nos enfrentamos a una era de transformación tecnológica sin precedentes, con una velocidad de cambio que desafía las estructuras actuales de seguridad y legislación. El gran interrogante es: ¿Estamos preparados, desde el punto de vista legal y tecnológico, para enfrentar estos nuevos desafíos?
Las técnicas de ataque modernas no pueden ser investigadas con equipos tradicionales como Cellebrite UFED o EnCase, herramientas que han sido pilares de la pericia informática durante años. Se necesita un enfoque renovado con nuevas herramientas capaces de auditar y analizar tanto IA, como las herramientas creadas con IA. La creación de estas soluciones será clave para mantener el ritmo de los avances tecnológicos y garantizar la seguridad de la sociedad.
Un caso reciente en Resistencia, Chaco, donde estudiantes de una escuela secundaria utilizaron IA para generar imágenes pornográficas de sus compañeras de clase que luego difundieron en internet, es solo una pequeña muestra de los peligros emergentes. La policía de cibercrimen y las fuerzas del orden están, en muchos casos, desbordadas y carecen de los recursos necesarios para abordar estos delitos de manera efectiva.
Sistema Judicial
Las fuerzas del orden, los peritos y la comunidad tecnológica, deben asumir la responsabilidad conjunta de crear nuevas leyes y herramientas que protejan a la sociedad frente a esta nueva ola de cibercrimen. Los gobiernos deben tomar la iniciativa en esta carrera, diseñando un marco legal actualizado y equipando a sus instituciones con las herramientas necesarias para enfrentar el cibercrimen en la era de la Inteligencia Artificial.
La creación de soluciones integrales, que combinen avances tecnológicos con un enfoque
multidisciplinario, será crucial para asegurar la protección de la ciudadanía y el respeto a los derechos digitales en los tiempos venideros.
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