El gobierno de Estados Unidos fijó su posición con respecto a los resultados de las elecciones regionales y municipales celebradas este domingo 21 de noviembre, rechazando las tácticas políticas del gobierno de Nicolás Maduro que limitan el ejercicio democrático, pero a la vez felicitando a partidos y electores que participaron en la contienda.
«Elogiamos a los partidos políticos y a los candidatos, así como a los votantes que decidieron participar en este proceso, a pesar de sus defectos, para preservar y luchar por el tan necesario espacio democrático», expone un comunicado firmado por el secretario de Estado, Antony Blinken.
Sin embargo, contextualiza que las intenciones de participar, aunque positivas, fueron perjudicadas por un contexto poco favorable ante los esfuerzos de Maduro para «dividir y reprimir a los actores políticos de Venezuela».
Blinken resalta el accionar del oficialismo, que ordenó detenciones arbitrarias, acosó actores políticos de la oposición y de la sociedad civil, criminalizó la actividad partidista, prohibió candidaturas, manipuló listas de votantes y censuró a los medios de comunicación, entre otras estrategias que no hicieron más que «anular el pluralismo político y garantizar que las elecciones no reflejaran la voluntad del pueblo venezolano».
En este sentido, hace un llamado al régimen chavista a cesar la represión y permitir a los venezolanos vivir en un país pacífico, estable y democrático, posible mediante contiendas electorales justas y con las condiciones adecuadas.
Finalmente, reiteró que Estados Unidos apoya los esfuerzos de la oposición democrática y del presidente interino, Juan Guaidó, quien se ha encontrado en el ojo del huracán en las últimas semanas, con dudas sobre si el respaldo de Washington se mantendrá de cara a 2022.
Según Blinken, la voluntad de Estados Unidos es mantener el trabajo con sus socios venezolanos e incrementar la presión diplomática, política y económica contra el gobierno chavista.
«Seguiremos trabajando con los socios venezolanos e internacionales utilizando todas las herramientas diplomáticas y económicas disponibles para presionar por la liberación de todos los detenidos injustamente por razones políticas, la independencia de los partidos políticos, el respeto a la libertad de expresión y otros derechos humanos universales, y el fin de los abusos contra los derechos humanos», concluyen.
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