Estados Unidos y España desmintieron las acusaciones hechas por Diosdado Cabello, ministro de Interior y Justicia del régimen madurista, al respecto de sus supuestos vínculos con un «plan» conspirativo para incentivar el terrorismo en Venezuela, a través del supuesto envío de mercenarios y agentes de inteligencia al territorio del país.
En ese orden de ideas, el Ministerio de Exteriores de España rechazó no solo las acusaciones en concreto, sino cualquier otra «insinuación» de su participación en presuntos actos de «desestabilización política» en Venezuela.
El Gobierno de España, dirigido por Pedro Sánchez, volvió a exigir una «solución democrática y pacífica a la situación en Venezuela», después de que el chavismo hiciese pública, este sábado 14 de septiembre, la detención de dos españoles por su presunta implicación en una supuesta operación para llevar a cabo actos «terroristas», incluido asesinar a Nicolás Maduro.
Se pudo saber que los aprehendidos serían los españoles Andrés Martínez Adasme y José María Basoa Valdovinos, de 32 y 35 años, respectivamente. Pese a las acusaciones de Cabello, España desmintió que estos ciudadanos formaran parte de su servicio de inteligencia.
De hecho, los aludidos habrían ingresado a Venezuela como turistas, según lo expresado por sus familias, las cuales, el pasado lunes 9 de septiembre, denunciaron sus desapariciones en redes sociales y la comisaría.
Por otra parte, el Departamento de Estado de Estados Unidos confirmó a la agencia EFE la detención de varios estadounidenses acusados de terrorismo en Venezuela y desmintió que existiera un complot contra Maduro.
«Podemos confirmar la detención de un miembro del Ejército estadounidense y estamos al tanto de informes no confirmados de otros dos ciudadanos estadounidenses detenidos en Venezuela», expresó un representante del Departamento de Estado estadounidense.
Además, al igual que España, rechazaron «categóricamente» cualquier afirmación de Venezuela de un atentado promovido por Estados Unidos en contra de Maduro.
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