Disfrazados de izquierda, tomaron venganza, y quebraron PDVSA

No puedes pretender obtener resultados profesionales, cuando empleas gente amateur. Siendo ésta la razón por la cual el Comandante Chávez no recicló dentro de los Ministerios más importantes de Venezuela, a sus profesionales y confiables.

El Comandante era persona leal a la amistad y un ser de palabra, pero era más leal aún; al pueblo de Venezuela, y dando honor a su lealtad con la amistad, se permitió mantener dentro de su equipo, a personas que no eran eficientes, y sin embargo les otorgaba oportunidades asignándoles en otras áreas.

El Comandante siempre decía que el pueblo de Venezuela era muy sabio. Imposible olvidar cuando en las marchas o actividades con el Comandante, personas gritaban: «CHÁVEZ TE ESTÁN ENGAÑANDO». Otros buscaban hacerle saber por cualquier vía, qué ministro o funcionario no estaba haciendo bien las cosas, existiendo oportunidades donde el pueblo lo abordaba y con pruebas irrefutables, le mostraba cómo estas personas no iban en la misma dirección de él.

Un ejemplo muy claro: «Diosdado Cabello». Éste por donde pasaba, iba dejando una estela de descontento en el pueblo, ocupó varios cargos, algunos fueron asignados por el Comandante, otros fueron por elecciones populares. Y debido a su mala gestión; en los de elecciones populares, no fue reelegido, con todo y que gozaba del apoyo del Comandante, pero ya decía Chávez: el pueblo es muy sabio, y por algo el pueblo prefería abstenerse, ante que apoyarlo de nuevo.

También fuimos testigos cuando en muchas ocasiones el Comandante lo regañaba al aire en sus alocuciones, ya que Diosdado lo hacía quedar mal ante el pueblo. Un caso muy notorio fue en el 2009, en el Aló Presidente No. 344, donde Diosdado era Ministro de Obras Públicas, los recursos estaban siendo retenidos por él, para evitar la construcción de una carretera, y Chávez le llamó la atención con mucha fuerza, desde allí Diosdado apuntó todas sus armas hacia el Gobernador de entonces Henri Falcón, haciendo que éste abandonara las filas de la revolución. A la final pasaron muchos años, el Comandante falleció, y dicha carretera no se construyó.

Hago este análisis para mostrar lo siguiente: si usted tuviese necesidad de una intervención a corazón abierto, lo normal sería acudir a un doctor (profesional), y teniendo los recursos suficientes, me atrevo a decir que; usted buscaría a quién considere el mejor en esa área, porque obviamente se trata de su salud, y es algo de vida o muerte.

Chávez siempre consideró a PDVSA cómo la principal fuente de ingresos en Venezuela, por eso experimentar con ella, no era un lujo el cual Comandante estaba dispuesto a realizar. En un momento muy crítico que atravesaba la empresa, colocó al ingeniero Rafael Ramírez, éste conformó un equipo de profesionales que estaba arrojando los resultados que el Comandante esperaba, y aún más, por eso moverlo de PDVSA, no era algo que estaba considerando el Comandante.

Pero no así el Madurismo, por eso qué; días después de la partida del Comandante, mueven al hombre de confianza, aquél que no fue reciclado, ese que no llegó allí por una elección popular, sino que llegó por decisión del Comandante Chávez, y que debido a sus óptimos resultados gozó de repetidas ratificaciones.

Siendo esto motivo de envidia y malestar para aquellos que sí eran reciclados, y que se creían merecedores de ocupar tal responsabilidad en la principal fuente de ingresos de Venezuela, pero que muy claro había dejado el Comandante; «No movería al hombre en quién confiaba».

El Madurismo pasó por alto la voluntad del Comandante, y mueven a la persona que estaba impulsando a la empresa, a alcanzar las metas de producción planificadas, aquellas que el Comandante prometía en sus alocuciones. Y tal cómo un experimento donde pensaron en soplar y hacer botellas, removieron la estructura profesional, y colocaron amigos y familiares a ocupar cargos muy estratégicos, sin medir las posibles consecuencias negativas, de jugar con la principal fuente de ingresos del país.

PDVSA era el corazón de Venezuela, de allí provenía la mayor cantidad de recursos para el sostén adecuado de la economía. Por lo tanto su dirección debía estar en manos de gente experimentada tal como un paciente en manos de un doctor.

Sindicaleros que eran enemigos del proceso, y muy detractores del Comandante, fueron direccionados a guiar PDVSA en las gerencias principales. Ahora los encargados del ministerio y presidencia estaban allí de adorno. Éstos sindicaleros comenzaron a ocupar espacios y así controlar las operaciones, se interesaron más por asignarse vehículos para su propio peculio, que para las operaciones en sí, aquellos que se sacaban fotos con Carlos Ortega, y compartían tragos, eran los más asignados por el propio Maduro. Habían asignado empíricos a operar un paciente a corazón abierto. Aplicaron aquello que dicen: lo que no nos cuesta, hagámoslo fiesta.

Desde allí, las instalaciones en general de la empresa sufrieron desatención, barcos, lanchas y equipos marinos en general, sufrieron la misma desatención. La producción petrolera inmediatamente comenzó a sufrir pérdidas, los números comenzaron a hablar, nosotros los trabajadores nos hacíamos sentir, y con gran preocupación hacíamos las advertencias respectivas, pero nos surtían ningún efecto.

Los repuestos de las embarcaciones ya no llegaban, los equipos de trabajo y de seguridad del personal, mucho menos llegaban, estaban maltratando la empresa de una forma despiadada, como dolientes buscamos plantarnos a favor de la empresa, pero era imposible.

El Gobierno realizó cambios en el ministerio y presidencia, pero los sindicaleros y familiares, eran intocables, luego de tantos cambios de ministros y resultados adversos, debían buscar culpables, ya que ellos nunca asumirían su gran equivocación.

Fue cuando de una forma muy subliminal, culparon al propio Chávez, pues al acusar a aquél que por trabajo y óptimos resultados, obtuvo la responsabilidad de conducir PDVSA por 12 años, lo hacían intencionalmente al Comandante Chávez.

El Madurismo se alejo de Venezuela, del Comandante, alejó de su lado a las personas en quién confiaba el Comandante, pactó y negoció con enemigos políticos. Aquellos que apoyamos al Comandante, debemos reflexionar, y entender que; el Madurismo está muy alejado del pensamiento de Chávez. Es hora de demostrar qué aprendimos del Comandante.

Por: Evencio Barbosa, Trabajador petroleero

Notiveraz

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