Según un estudio realizado por el Centro Común de Investigación de la Unión Europea, llamado “Inteligencia Artificial y Transformación Digital”, se ha puesto de manifiesto con la crisis sanitaria del Covid-19, la dependencia tecnológica que tiene la Unión Europea de terceros países.
El CCI es el servicio de ciencia y conocimiento de la Comisión Europea, que emplea a científicos para llevar a cabo investigaciones, con el fin de proporcionar asesoramiento científico independiente y apoyo a la política de la Unión Europea.
El trabajo científico del Centro respalda una gran cantidad de políticas de la UE, en muchas áreas. Desde la agricultura y la seguridad alimentaria hasta el medio ambiente y el cambio climático, además, la seguridad nuclear y la innovación y el crecimiento.
Además desempeña un papel central en la creación, gestión y sentido del conocimiento científico colectivo para mejorar las políticas de la UE.
En base a una investigación realizada por dicho Centro, se descubrió que la crisis sanitaria puso en evidencia la dependencia tecnológica de la Unión Europea.
El problema de Europa es la falta de una industria tecnológica autosuficiente, ya que los países europeos importan los bienes y servicios digitales desde Estados Unidos y China.
Debido a esto, Europa está en una situación de dependencia que amenaza su autonomía y soberanía, más aún si cabe en un contexto de graves disputas comerciales.
La solución sería invertir más y unir fuerzas en el desarrollo de tecnologías estratégicas, según varias iniciativas europeas que apuestan por ello.
La situación de Europa es muy delicada, ya que se encuentra entre el fuego cruzado de Estados Unidos y China, quienes disputan una guerra tecnológica.
El socio preferente de los países europeos es Estados Unidos, por su estrecha relación histórica que existe entre ambos, en organizaciones como la OTAN o por los numerosos intercambios comerciales que comparten.
En el último tiempo las relaciones entre la Casa Blanca y las principales potencias europeas se está deteriorando, debido a la actitud del presidente Donald Trump.
Como por ejemplo, su crítica al compromiso de los Estados miembros con la OTAN, la subida de aranceles a los productos europeos y las constantes amenazas con recrudecer estas medidas, todo esto está haciendo replantearse a la Unión Europea su relación con su aliado histórico.
Y por otro lado se encuentra China, quien lidera la tecnología a nivel mundial y empieza a hacerle sombra a la hegemonía estadounidense.
China está trastocando el equilibrio de alianzas en la UE, con su gigante de las telecomunicaciones Huawei.
Por eso decimos que Europa está entre la espada y la pared, ya que uno u otro significa problemas para la UE, tecnológicamente hablando. Se necesita una política de soberanía tecnológica según los expertos en el tema.
Ello revela la necesidad imperiosa de tener autonomía tecnológica a corto plazo en la UE.
El estudio realizado por el Centro Común de Investigación de la UE, reveló éstas y otras falencias a nivel tecnológico en la Unión Europea.
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