Delegados de prevención de la Siderúrgica del Orinoco (Sidor) denunciaron que la empresa no está acatando las normas de protección industrial establecidas por el Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales (Inpsasel), lo que resulta en riesgos para la vida de los trabajadores y accidentes.
En consecuencia, en el período comprendido entre 2021-2022 se registraron al menos 5 accidentes laborales dentro de la empresa. No obstante, trabajadores aseguran que pueden ser más, ya que muchos no son reportados a Inpsasel como lo estipula el debido procedimiento.
Poca indumentaria de seguridad
Carlos Ramírez, delegado de prevención jubilado forzosamente de la empresa y con una trayectoria de 35 años en la empresa, informó que hay déficit en la entrega de indumentaria de seguridad por parte de la compañía. Asimismo dijo que existen fallas en cuanto a los mecanismos de protección y sistemas de seguridad dentro de la planta.
Miembros del área de prevención, conformada por delegados y analistas de seguridad, aseguran que los mantienen bajo la figura de «no requeridos» para evitar que denuncien las situaciones de riesgo y peligrosidad que viven los empleados dentro de la planta
«Los trabajadores deberían tener su casco, botas, pantalón y camisa de blue jean, chaqueta luminizada, protectores faciales, lentes de seguridad, protectores auditivos, naricera y polainas», explicó Ramírez.
Botas y cascos viejos
Al respecto, durante una manifestación desarrollada en la Plaza Monumento CVG en Alta Vista, la semana pasada, trabajadores denunciaron que no reciben la indumentaria necesaria para trabajar. Asimismo comentaron que hace años no les entregan nuevas dotaciones de botas de seguridad, cascos ni protectores faciales.
En el mismo sentido, Ramírez aseguró que «las chaquetas luminizadas tienen años que no llegan. Las camisas y pantalones ya no se les entregan a los trabajadores. Mucho menos los cascos. Las botas las entregan luego de mucha presión e insistencia».
La negligencia por parte de la empresa pone en riesgo la vida de los empleados, quienes laboran con una indumentaria muy precaria. La entrega de equipos de protección personal es responsabilidad de la compañía que debería ser cumplida oportunamente, para prevenir accidentes dada la peligrosidad de áreas de trabajo como la Acería de Palanquillas.
Trabajadores tienen una década en riesgo
Según la cláusula número 75 del contrato colectivo referente a equipos de protección personal, los trabajadores deberían recibir al menos un par de botas de seguridad por año. Asimismo debe ser entregada anualmente una dotación de cinco camisas y tres pantalones. Los trabajadores que laboren a la intemperie o expuestos a altas temperaturas deben ser dotados de un impermeable o chaqueta luminizada.
Sin embargo, los obreros aseguran que hay un déficit de equipos de protección personal desde el 2010. Asimismo declararon que no reciben ningún tipo de indumentaria de seguridad por parte de la empresa desde hace años.
Amenazados si se quejan
Bajo el mismo orden de ideas, denunciaron que son amenazados con desactivarlos si se quejan por la falta de indumentaria. En consecuencia, deben trabajar con lo que tienen, a su vez, algunos explican que han tenido que conseguir indumentaria por sus propios medios para preservar su integridad física.
«Después de 2012 empieza la crisis de los implementos de seguridad en Sidor. Empezaron a restringir el tema de la entrega de botas, pantalones y camisas. A algunos se les entregan cuando ya ni siquiera tienen color las prendas. La crisis empezó desde 2012 en adelante», arguyó Ramírez.
Debido a esta situación, miembros del área de prevención, conformada por delegados y analistas de seguridad, aseguraron que los mantienen bajo la figura de «no requeridos» para evitar que denuncien las situaciones de riesgo y peligrosidad que viven los empleados dentro de la planta.
«Nosotros éramos más de 160 delegados de prevención. La mayoría está afuera y Sidor no los quiere meter a trabajar. Los que están adentro los tienen amenazados con despedirlos o quitarles la bolsa de comida si denuncian la situación. Lo mismo pasa con los analistas de seguridad, quienes se encargaban de observar y sugerir correcciones y mejoras en el ámbito de la seguridad. Esos están sufriendo lo mismo».
Caso más reciente de la empresa
El pasado 7 de junio un trabajador sufrió un accidente que le ocasionó quemaduras de segundo grado en el cuerpo y rostro debido a la perforación de un recipiente de acero líquido en la máquina de coladas número 2 de la Acería de Palanquillas. Durante el 2021 se reportaron cuatro casos similares.
La víctima fue trasladada al Centro Clínico Orinokia ubicado en Alta Vista, donde se le prestaron los primeros auxilios. El pago fue a través de convenios de la estatal con el centro médico.
Al respecto, Ramírez declaró que el accidente pudo deberse a la compra de ladrillos (material del que los «cucharones» están revestidos por dentro) de mala calidad que no resisten las altas temperaturas y terminan por perforarse.
– ¿Qué provocó que el cucharón se perforara? ¿Quién es el responsable o negligente?
– El cucharón se perforó por la línea de escollas. Es decir, la parte de arriba. Se perforó el cucharón y eso bañó toda el área de acero líquido. El acero quemó las mangueras de un cilindro y cuando el muchacho fue a sacar el cilindro, el acero caliente lo quemó. ¿Por qué sucede? Ese es un cucharón nuevo, el número 15. Tenía 16 coladas. A un cucharón se le cambia el ladrillo cuando tiene, al menos, 90 coladas en adelante. Eso implica que el material que se está utilizando no es el más adecuado.
«Los ladrillos se traían de afuera, se le compraban a una trasnacional de origen brasileño. No sé si actualmente los estarán trayendo de China o de otra procedencia. Estos ladrillos deben ser de alta calidad, deben soportar más de 90 coladas. Este con 16 coladas se perforó. Algo tuvo que haber pasado con el material, que fue lo que hizo que se perforara. Tiene que ser un material de mala calidad».
Visita de Inpsasel
Desde 2021 trabajadores de la siderúrgica han solicitado la visita de Inpsasel para que evalúe las condiciones de la planta y las violaciones a la seguridad laboral. En ese momento, debido a la muerte de Ernesto Carrillo, trabajador que falleció tras caer de un andamio a una altura de 12 metros. En cuanto a los casos de cucharones perforados, durante 2022 se han reportado al menos 6.
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