Representantes de organizaciones sociales junto a concesionarios de mercados municipales como Quinta Crespo y Guaicaipuro alertaron de la situación de ruinas en la que se encuentran estos conocidos lugares caraqueños y afirman que a pesar de que la Integral de Mercados y Almacenes C.A. (Inmerca) controlada por la alcaldesa del municipio Libertador, Erika Farías, les cobra arrendamientos de hasta 90 dólares, estos recursos no son invertidos para restaurar la infraestructura.
Asimismo denunciaron una oleada de expropiaciones de puestos comerciales los cuales terminan siendo adjudicados a personas cercanas a los directores a cambio de altas sumas de dinero.
Carlos Julio Rojas, coordinador del Frente en Defensa del Norte de Caracas, develó la caótica realidad vivida en el histórico Mercado de Quinta Crespo en Caracas, el cual hace pocos días cumplió 70 años y hoy muestra una cara lúgubre y destruida.
«Con solo levantar la mirada ves las troneras en el techo las cuales cuando llueve todo se inmunda, el piso esta agrietados con enormes cráteres y que decir de las toneladas de basura siendo los olores nauseabundos y los insectos o roedores los acompañantes permanentes de concesionarios y clientes», indicó.
Rojas recalcó que igual situación padece el Mercado Guaicaipuro en la parroquia El Recreo, donde además de la insalubridad generada por la basura o la estructura destruida se debe añadir los altos índices de inseguridad. «Durante la cuarentena van más de 30 robos a puestos, siendo desvalijados en horas de la noche con complicidad de la vigilancia impuesta por Inmerca, La respuesta de los directivos está basada en puras excusas mientras el inmueble se sigue cayendo a pesar de ser patrimonio histórico de Caracas».
El líder vecinal calificó de «inaudito» que los mercados municipales se encuentren en una situación tan deplorable cuando los concesionarios son obligados a pagar alquileres exorbitantes los cuales rondan entre los 30 hasta los 90 dólares, sin contar el cobro de vacunas (extorsión) ya sea en divisas o en productos cobrados directamente por los directivos de Inmerca a través de los grupos de colectivos.
«Con este dineral los mercados deberían estar como una tacita de oro, ya que son miles de dólares que entran mensualmente en las arcas de la Alcaldía de Libertador a través de canon de arrendamiento, pero la respuesta de Erika Farías y su Inmerca en vez de dialogar es represiva cerrando los locales de quienes no hayan pagado durante tres meses», afirmó.
Criticó Rojas la serie de expropiaciones a varios de estos negocios violándoles su derecho al trabajo a decenas de concesionarios, colocando de ejemplo el Mercado de Quinta Crespo durante la cuarentena va más de 25 locales incautados ilegalmente sin ningún tipo de derecho a la defensa por parte de los comerciantes.
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«El objetivo de estas acciones ha sido luego de robarles sus locales entregárselos a familiares o personas cercanas al directora del mercado Yenni Araque, todo a cambio de altas sumas de dinero en divisas. Por eso proponemos que se debe dar título de propiedad a los concesionarios así evitando arbitrariedades donde de un plumazo les arrebaten el trabajo de toda su vida», dijo Rojas.
«Los mercando se están cayendo»
Zandra Pérez, concesionaria del Mercado de Quinta Crespo, rechazó que Inmerca ejecute una medida de cierre temporal de locales a los cuales no paguen el alquiler durante tres meses, ya que contraviene el decreto promulgado por el propio Nicolás Maduro donde suspendió el cobro del canon de arrendamiento durante seis meses motivado a la pandemia del covid-19.
«Muchos comercios no abrimos todos los días motivado a las semanas de cuarentena radical y además en ningún momento Inmerca no ha explicado de dónde salen estos montos exorbitantes que llegan hasta los 80 dólares mensuales», dijo.
Pérez relató que el histórico Mercado de Quinta Crespo se encuentra por los suelos, destacando la filtraciones donde la gente se moja más adentro que afuera de la infraestructura o los basureros los cuales han generado la proliferación de gusanos y olores insoportables.
«Pagamos un dineral en dólares y ni siquiera nos dan un recibo de pago, de ocurrir alguna emergencia el inmueble no cuenta con las medidas de seguridad contra incendio y la bioseguridad para enfrentar al covid-19 es colocada por nosotros los concesionarios y no por la propia directiva del mercado desganada por Erika Farías», aseguró.
Por su parte Nelsa Rivas, comerciante del Mercado Guaicaipuro, declaró como hace pocas semanas su local era desvalijado por delincuentes sacándole toda su mercancía, todo bajo la mirada cómplice de los vigilantes designados por Inmerca. «Ha pasado el tiempo y a pesar que hicimos la denuncia ante todas las instancias no hemos tenido respuesta, responsabilizamos al director Robert Chacón quien durante su gestión ha convertido este icono caraqueño en un lugar tomado por la inseguridad, basura y mafias».
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