El pasado primero de octubre la expulsión de cuatro ciudadanos venezolanos puso en alerta a las autoridades, cuando los hombres, que pertenecían al Tren de Aragua, 24 horas antes de haberles aplicado la medida, se habrían fugado del destacamento 212 de la Guardia Nacional, en San Antonio del Táchira, estado fronterizo con Colombia.
Un operativo liderado por el Gaula del Ejército Nacional y Migración Colombia permitió la captura en tiempo récord de los sujetos. Ellos estaban señalados por tráfico de estupefacientes, asociación para delinquir, robo agravado y fuga de presos.
Pero ¿por qué la insistencia de las autoridades en darles captura en el menor tiempo posible? Organismos de seguridad venezolana alertaron a sus homólogos en Colombia de la peligrosidad de los hombres. El Tren de Aragua es una de las bandas más temidas en Venezuela. La misma es liderada desde el centro penitenciario de Tocorón, ubicada en el estado Aragua.
Los presuntos delincuentes entraron a Colombia país por las trochas fronterizas, informó El Heraldo. Se hospedaron en un hotel cerca del sector de la terminal de transportes de la ciudad de Cúcuta.
Fuentes de inteligencia informaron que los hombres tenían programado movilizarse hacia la Costa Caribe. Querían tramitar los documentos correspondientes que les permitiera obtener la nacionalidad colombiana.
“Ellos ya tenían conocimiento de que otros miembros de la banda estaban en Colombia. Lograron permanecer en el país, luego de poder obtener documentos de ciudadanía. Esto les daba la oportunidad de movilizarse sin ser detectados. Muchos de ellos pudieron irse a otros países como Brasil, Ecuador y Perú para expandir su poderío por el sur del continente”, dijo la fuente al diario.
Esta banda obtiene sus ingresos a través de las extorsiones, secuestros, homicidios, sicariatos, robo de vehículos. También por tráfico de armas, trata de personas, contrabando de alimentos y estafas. “El tema del narcotráfico está de último en su forma de percibir ingresos”, detalló el informante.
Por todo el país
A Bernardino Melean Frontado, alias Willy Melean, lo mataron la madrugada del 6 noviembre en Santander. Tras este hecho, varios de los integrantes del Tren de Aragua, instalados en Colombia desde mediados de 2017, se “esparcieron por todo el país”.
“Tenemos conocimiento que la célula de esta banda está en Soacha (Bogotá). Edinson Agustín Barrera, alias Catire, capturado en Perú, dejó la estructura montada en Colombia. Ubicó fichas estratégicas en ciudades como Cúcuta, Barranquilla, Valledupar, Riohacha y Bucaramanga. Hizo lo mismo que en otras zonas de Norte de Santander, para que la banda tomara el control”, precisó la fuente.
Pero ‘Catire’ no actuó solo. Lo hizo con la ayuda de José Luis Zarramera Franco alias Iyabó. A él lo asesinaron en julio de 2019 en Villa del Rosario. Héctor Rusthenford Guerrero Flores, alias Niño Guerrero, era el jefe y lo coordinaba todo desde el corazón de la cárcel de Tocorón.
“Este hombre tiene todos los contactos. Tiene nexos con varias bandas organizadas como el ‘Clan del Golfo’. En la Costa tiene alianzas con el ‘Clan de Asalto Colobos’ y ‘Los Costeños’. así ejecuta algunas actividades que ellos solo saben hacer”, indicó la fuente.
En Atlántico
De acuerdo con información de inteligencia, en Barranquilla y Soledad, la banda opera en el Centro, parte de la calle 30, sur de Soledad y algunas zonas del norte de la ciudad, en los límites con Puerto Colombia, “donde realizan extorsiones y reciben las órdenes para cometer los crímenes por encargo”.
Las autoridades no descartan que de los 76 ciudadanos venezolanos que fueron cedulados, de manera irregular en la Registraduría de Galapa, se encuentren varios de los integrantes de la banda, pues saben que muchos de ellos llegaron desde el interior del país buscando la oportunidad de obtener el documento de identidad.
En su momento, una fuente de la Registraduría le dijo a este medio “que muchas de esas personas ceduladas podrían ser integrantes de la banda de ‘Willy’ Melean y de otros grupos delincuenciales transnacionales, toda vez que muchas de ellas poseen el Número Único de Identificación Personal con cifras consecutivas cuyas fechas no corresponden con la de la inscripción” que se realizaron desde finales de 2017 hasta mediados de 2020.
“Estos integrantes aplican los mismos métodos delictivos de la organización donde se formaron, pero con el agravante que portan documento de identidad colombiano; eso hace un poco más difícil que los podamos ubicar con mayor facilidad”, precisó la fuente a este medio.
Las autoridades han establecido que varios de los integrantes de la banda en el municipio de Soledad desertaron y se hacen llamar ahora ‘Los Malditos del Tren del Sur’.
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