Crímenes ambientales de PDVSA y los riesgos para la vida del ciudadano

PDVSA posee una enorme y creciente deuda con el medio ambiente, originada por el derrame de miles de barriles de petróleo y la emisión descontrolada de grandes volúmenes de gases tóxicos a lo largo y ancho de Venezuela. La mayoría de estos derrames y emisiones se derivan por acción de la misma directiva, al presionar a los activos por una mayor producción, aun a pesar de que ni los pozos y su infraestructura asociada, ni las refinerías, poseen las condiciones necesarias de integridad para asegurar una operación bajo condiciones seguras y confiables. Estas emisiones de gases tóxicos y derrames en las que diariamente incurre PDVSA, amenazan la vida de las poblaciones cercanas, contaminan nuestra atmosfera y destruyen nuestros mares, ríos y lagos.

En declaraciones dadas al diario Tal Cual en Octubre’2022 advertimos [Pdvsa corre el riesgo de ser sancionada por su alta emisión de gases (talcualdigital.com)], que PDVSA corre el riesgo de ser bloqueada por los países consumidores de energía, por sus crecientes emisiones de gases tóxicos que incluyen una amplia suite de contaminantes.

Las emisiones de gases tóxicos provienen de la quema indiscriminada de gas de baja presión, de procesos de campo y de operaciones fuera de control y procesos de refinación incompletos.

PDVSA hoy emite unos 200 megatones de CO2 por año en sus distintas operaciones, posicionando a Venezuela; solo por efecto de su industria petrolera a 160% por encima del promedio de emisión mundial de CO2 per cápita de 4.3 tones por año.

Derrames y gases venenosos

Un promedio de 7 derrames de petróleo al mes propició PDVSA solo durante 2022 [¡Siete derrames de petróleo al mes! – Por Félix Bizot – MÉRIDA DIGITAL (meridadigital.com.ve)]. Aunque la maquinaria propagandística de PDVSA trató de silenciar y maquillar la información, los derrames siguieron el mismo curso durante todo el 2023 [Venezuela: el 2023 inició con derrames petroleros en Lago de Maracaibo (mongabay.com)]. En Venezuela la mayoría de los derrames en tierra no son reportados y permanecen en total opacidad.

Al analizar por cadena de valor tanto aguas abajo como aguas arriba, la situación es preocupante. PDVSA posee unos 4,500 pozos activos, mientras que unos 14,500 permanecen cerrados por diversas razones al 2022. La mayoría de estos pozos e infraestructura [pozos, líneas, estaciones] asociada poseen un estado mecánico comprometido. De abrirse a producción dichos pozos podría contaminar mantos acuíferos subterráneos, sub-lacustres, superficiales o la misma atmosfera por emisión de componentes pesados y volátiles del hidrocarburo, que van desde plomo y vanadio, hasta metano, COx, NOx y Sox. Eso es lo que habría hecho PDVSA

En el caso del Lago de Maracaibo la correlación entre la incidencia en derrames y un ligero aumento de producción desde dicho activo a partir del mes de Abril’2023, sugiere que se han abierto pozos que no reúnen las condiciones de integridad mecánica para garantizar una operación que no ponga en riesgo la vida de otros, del medio ambiente, ni de los bienes de la nación. Todo sugiere que en el entorno de Abril’2023 se arraigó la práctica de apertura de pozos comprometidos, al coincidir con ese ligero repunte de producción, una campaña fallida abierta desde PDVSA para control de daños, de una supuesta limpieza del Lago [PDVSA anuncia limpieza de derrame en mayor lago de Venezuela – DW – 24/06/2023] anunciada entre Mayo y Junio de 2023, que nunca llego a nada.

En cuanto a aguas abajo, a pesar de que las refinerías del país apenas procesan cerca de un 17% de la capacidad total instalada, la incidencia en derrames provenientes de sus precarias operaciones es preocupante y cada vez mayor [Einstein Millan Arcia on X: «DERRAME CRIMÍNAL REFINERÍA EL PALITO: Basados en la imagen satelital (puntual) anexa, para el momento de su toma, el derrame podría haber acumulado unos ~113,000 barriles de petróleo en total, considerando una esfera de 4×3 kilómetros y una película de crudo de 1.5 mm de espesor. https://t.co/xjJSTznWli» / X (twitter.com)], aun a pesar del mil millonario gasto en contratación de empresas iranies a la postre inservible.

Inservible porque la utilización de nuestras refinerías sigue siendo precaria y porque todas siguen presentando fallas. No solo son los derrames, sino la emisión de gases venenosos en zonas urbanas desde las refinerías, promovidas por esa infraestructura decadente que podría originar de un momento a otro un accidente mortal por su ausente mantenimiento preventivo y su avanzado deterioro.

Sus emisiones incluyen un cocktail de gases cancerígenos y neurotóxicos además de metales pesados [Observatorio de Ecología Política de Venezuela on X: «???? #ATENCION ????????????????????????????????????́: ???????? ???????????????? ????????́??????????? El 5 de febrero vecinos de Punto Fijo denuncian que los mecheros de la refinería de Amuay han vuelto a emitir humo negro https://t.co/u0h1QVEpip» / X (twitter.com)]. Estos ultimos son inicialmente imperceptibles, sin embargo tienen la capacidad de acumularse dentro de las células del organismo. Sus efecto van desde la hipertension arterial, diarrea, temblores, hasta alteraciones renales, lesiones cerebrales e incluso se sospecha que pueden aumentan el riesgo de cáncer.

En Venezuela nadie sabe que respira, ni qué riesgo corre su salud diariamente. La mayoría de las refinerías del país están ubicadas en sitios urbanos donde; como en el caso de Puerto la cruz y Jose, amenazan una conurbación que hoy excede 1,000,000 de habitantes. En nuestro país no existe medición, ni control de dichas emisiones por ningún organismo; ni privado, ni menos oficial, ya que el estado se cobra y se da el vuelto, al ser el mismo ministro de petróleo, el presidente de PDVSA. Ese mismo ministro ignorante y descarado que asegura que la contaminación del Lago de Maracaibo es un «efecto visual» [¡Qué descaro! Tellechea calificó como una «cuestión visual» la contaminación del Lago de Maracaibo – EVTV].

Sin embargo, la información satelital nos permite conocer que las emisiones desde la quema descontrolada de gases van en aumento. Estas son también fuente común de accidente en nuestras refinerías, pero a diferencia del caso de quema de gases de baja presión proveniente de pozos, el caso de las refinerías podría incluir gases mucho más letales para el hombre como: benceno, 1,3-butadieno, fluoruro de hidrogeno, sulfuro de hidrogeno, partículas de carbón, dióxido de azufre, ácido sulfúrico, tolueno y cortes de hidrocarburos.

Mas aun, entre los contaminantes más comunes provenientes desde las refinerías tenemos; ammonia, formaldehido, hexano, metanol, ácido sulfúrico, sulfuro de hidrogeno, tolueno, xileno y benceno; entre otros.

Las refinerías emiten al menos 70 compuestos con efectos cancerígenos/carcinogénicos como el benceno, xileno y tolueno, por ejemplo, y otros 57 adicionales que constituyen factores de riesgo para la salud. Hay que tener presente que las refinerías de PDVSA yacen semi destruidas y operan muy por debajo de los estándares internacionales de calidad y seguridad y, por ende, sus emisiones podrían ser aún muchos más intensivas. No es secreto para nadie que nuestras refinerías no han estado bien mantenidas desde el entorno de 2016. Que no están aptas y operan con muy bajos estándares de seguridad, de allí que presentan una elevada tasa de accidentalidad.

PDVSA luego de 2016 no es reconocida como una empresa petrolera rigurosamente hablando, sino como un centro de acopio de políticos, militares y sus allegados. Una empresa donde no existe [y si existe es incipiente] política de Seguridad, Higiene y Ambiente [HSE], de Ambiente, Sociedad y Gobernabilidad [ESG] y menos, de una filosofía y una cultura de mantenimiento preventivo y proactivo.

Ya que ni el estado, ni PDVSA lo garantizan, el ciudadano debe mantenerse vigilante y exigir que algún organismo privado o público, se avoque a medir rutinariamente la calidad del aire y de nuestras aguas, en los sitios en donde PDVSA mantiene operaciones y pedir acciones inmediatas y castigo proporcional para los responsables [irresponsables], en caso de transgredir los limites permisibles de emisión y descarga.

Por, Einstein Millán Arcia, Asesor Petróleo y Gas «Upstream» & RE SME/Estudios de Especialización a nivel de doctorado en flujo de fluido en medios porosos – The University of Oklahoma, 1991 / Master of Science Petroleum Engineering – The University of Oklahoma, 1990 / Ingeniero de Petróleo Universidad de Oriente, 1979. 

notiveraz

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