Conflicto en Apure obedece a control del narcotráfico

El 35% de la cocaína que produce Colombia sale por la frontera con Venezuela y de allí vía área hacia Centro América, mientras el resto del alcaloide, parte desde las costas nariñenses colombianas, vía marítima, hacia otras zonas del mundo, la zona en conflicto actual en Apure, representa control sobre el narcotráfico.

Colombia es el primer productor de cocaína en el mundo y el negocio ve en territorio venezolano un eslabón fundamental para su exportación.

Pero, también las hay con arraigo venezolano, están los grupos delincuenciales ‘La frontera’ y ‘La línea’.

Sin contar a la Guardia Nacional Bolivariana y el ejército venezolano, con intereses particulares.

Alianzas y desencuentros

«El conflicto en Colombia se descentralizó, se fragmentó y se trasladó a la frontera con Venezuela, donde la dinámica de esos grupos delincuenciales los une o los fragmenta de acuerdo con sus conveniencias», asegura Néstor Rosanía, analista investigador y corresponsal de conflictos armados, director del Centro de Estudios en Seguridad y Paz.

Es así como se estaría hablando actualmente de una tercera generación de disidencias, después de varios desencuentros y re-acomodos internos entre esos grupos.

Disidencias que son hoy las que combaten contra Nicolás Maduro. Y muy seguramente lo hacen porque alguna de las alianzas con los delincuentes «salió mal».

Por tanto, la guerrilla que opera hoy en Venezuela, ya no lo hace por un tema ideológico, lo hacen por el negocio del narcotráfico.

Lo cierto es que la fractura entre negocios y actores ligados a la cocaína, ha llevado hoy a que en Apure se debatan a muerte quienes anteriormente pudieron ser aliados.

Para nadie es un secreto que el ELN es apoyado por la Guardia Nacional Bolivariana y el Clan del Golfo ha declarado una guerra frontal contra ese grupo guerrillero.

Las razones del bombardeo inicial en Apure aún están por establecer, ¿contra quién y por qué fue?

«Se trata de una frontera ‘porosa’ donde nunca ha existido presencia del Estado, de ninguno de los dos Estados -Colombia y Venezuela-«, le dice a Impacto Venezuela Néstor Rosanía.

Pero una frontera donde pasar un kilo de cocaína, el cual puede valer entre 4,5 a 7.5 millones de pesos colombianos es un «negociazo».

Sin contar que ese mismo kilo en EE.UU., puede llegar a valer 40 mil dólares.

Colombia y su responsabilidad

Y será un «negocio pulpito», mientras «Colombia siga sin tener una política clara de seguridad y defensa y los ministros de Defensa lleguen a pagar favores políticos y no sean expertos en el tema», como lo explica Rosanía.

Además, mientras existan asesores del gobierno colombiano como Rafael Guarín, quien plantea una estrategia militar que, para los tiempos modernos, ya no funciona.

A lo que se suma que la ruptura de las relaciones binacionales, son un «caldo de cultivo», para que la ilegalidad y el negocio de la cocaína, fructifique en la frontera.

Una frontera donde además del narcotráfico, los grupos delincuenciales se debaten por el control de la minería ilegal (coltán-oro), el tráfico ilegal de combustible, el contrabando, las mafias en las trochas y el secuestro.

NotiVeraz

Allí opera el frente 33 de la Farc, «los Pelusos», el Clan del Golfo, el ELN y «los Rastrojos», cinco organizaciones delictivas de origen colombiano.

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