Desde hace tres años, Claudia, nombre ficticio para proteger su identidad, de 27 años, vivía en el interior de la cárcel de Tocorón, que ahora fue tomado por los cuerpos de seguridad de Venezuela.
La joven no es reclusa, pero vivía allí junto a su esposo quien estaba privado de libertad en ese centro de reclusión, que era el principal centro de operaciones de la banda criminal Tren de Aragua, dedicada al secuestro, extorsión, homicidios y otros delitos.
«Yo vivía allí adentro», explicó Claudia, mientras se encontraba con otras mujeres que estaban en su misma situación, quienes fueron desalojadas del lugar cuando comenzó el operativo.
Algunas de estas mujeres tenían niños con ellas o están embarazadas, incluso un grupo de adolescentes fueron sacadas del lugar durante el operativo.
Patricia, nombre ficticio razones de seguridad, tiene 24 años y vivía en Tocorón desde 2022, ella explicó: «Se gana más plata (dinero) adentro que afuera».
Dijo que vendía dulces junto a su esposo dentro del recinto dónde él está detenido desde hace ocho años por cargos de homicidio.
En el recinto que fue descrito como una pequeña ciudad, Patricia reveló que tenía un cuarto construido con bloques donde también funcionaba su comercio.
Patricia describió el lugar: “Hay zoológico, no tan grande como los de aquí afuera, pero sí hay animales. Animales que agarran en el cerro”.
En ese zoológico habían cochinillos, aves, un tigre, una pantera, gatos, monos, ganado y demás.
Además había una piscina, cancha de béisbol, de básquet, una discoteca, un bar y hasta un parque para niños, y un sistema de túneles que tiene salida hacia el Lago de Valencia.
Patricia reveló que para entrar con su hija de 10 años a la cárcel debía pagar 10 dólares a los funcionarios en la entrada.
“Los guardias nos quitaban dinero para pasar con nuestros hijos al penal (…) nos quitaban hasta 10 dólares para pasar a niños (…) si ibas semanal tenías que pagar semanal”, contó.
Redacción con información de VOA.
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