La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó este lunes al régimen de Nicolás Maduro por dos ejecuciones extrajudiciales ocurridas en el 2003, cuando Hugo Chávez era presidente de Venezuela. Jimmy Rafael Guerrero Meléndez y Ramón Antonio Molina Pérez fueron asesinados por fuerzas de seguridad chavistas.
Otros cuerpos que suman decenas de casos de desapariciones forzadas son el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES).
La CIDH señaló que la dictadura chavista violó “los derechos a la vida, a la integridad personal los derechos a la vida, a la integridad personal, a la libertad personal, a las garantías judiciales y a la protección judicial” de Guerrero Meléndez y Molina Pérez.
“El 30 de marzo de 2003 Jimmy Guerrero y su pariente Ramón Molina fueron ejecutados extrajudicialmente a manos de agentes de la policía en el Estado Falcón. Previamente el primero, de veintiséis años de edad al momento de su muerte, fue víctima de hostigamiento, detenciones ilegales y arbitrarias y actos de tortura cometidas por fuerzas policiales”, dice el documento oficial publicado por la CIDH.