La administración del presidente Trump ha señalado que el gobierno de China intenta robar información para desarrollar una vacuna contra el coronavirus.
El Departamento de Justicia y la Agencia de Seguridad Cibernética e Infraestructura (CISA, por sus siglas en inglés) anunciaron el miércoles 13 de mayo que hackers chinos patrocinados por el Estado apuntan a investigadores estadounidenses en ataques cibernéticos que buscan información sobre vacunas contra COVID-19.
Los piratas informáticos buscarían robar datos relacionados con las pruebas del brote de coronavirus, así como los tratamientos.
«Se ha observado que estos actores intentan identificar y obtener ilícitamente datos valiosos de propiedad intelectual (PI) y de salud pública relacionados con vacunas, tratamientos y pruebas de redes y personal afiliado a la investigación relacionada con COVID-19», dijeron las entidades en una advertencia conjunta.
Las agencias dijeron que publicarían más detalles técnicos sobre los intentos de piratería «en los próximos días».
La advertencia recomienda que los investigadores revisen todos sus sistemas para detectar vulnerabilidades críticas y requieran autenticación de múltiples factores para las cuentas. Las compañías en riesgo también deben saber que una mayor atención de la prensa significará una mayor probabilidad de intentos de piratería, según el comunicado conjunto.
La embajada china no respondió a una solicitud de comentarios.
Ataques cibernéticos
Los ataques cibernéticos han aumentado como consecuencia de COVID-19, y los cibercriminales se aprovechan de los temores de la gente sobre la pandemia. El FBI dijo que recibió más de 3,600 quejas relacionadas con el coronavirus en abril, y que las estafas en torno a la enfermedad han robado más de US$12 millones a los estadounidenses.
Investigadores de seguridad han descubierto que piratas informáticos respaldados por gobiernos utilizan ciberataques para robar información de otros países. La firma de ciberseguridad FireEye dijo que descubrió que un grupo de hackers patrocinados por el gobierno de Vietnam había estado atacando al gobierno chino para obtener información sobre cómo ha estado manejando el brote de COVID-19.
Reuters también había informado que piratas informáticos vinculados a Irán habían estado lanzando ataques contra Gilead Sciences, la compañía detrás del medicamento de coronavirus Remdesvir.
En abril, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo haber visto un aumento de cinco veces en los ataques cibernéticos, mientras que el 5 de mayo, la Agencia de Seguridad Cibernética e Infraestructura del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos y el Centro Nacional de Seguridad Cibernética del Reino Unido emitieron una advertencia conjunta de que hackers respaldados por gobiernos estaban atacando organizaciones de salud.
Los objetivos incluyeron compañías farmacéuticas e investigadores vinculados a las respuestas de COVID-19, dijeron los funcionarios del gobierno.
La advertencia no señaló específicamente a China, aunque el gobierno de Estados Unidos ha llamado abiertamente a los piratas informáticos de ese país en relación con otros ataques cibernéticos, incluido el robo de datos de Equifax.
La vacuna
El Departamento de Justicia ha citado que más del 90 por ciento de sus casos de espionaje económico involucran a China, incluso en investigaciones médicas. En estos casos, los países buscan abrirse camino hacia una cura para el COVID-19. Google dijo que encontró más de una docena de grupos de piratería respaldados por gobiernos que lanzaron ataques cibernéticos relacionados con el coronavirus
Los investigadores han señalado que una vacuna contra el coronavirus es clave para la recuperación económica de la pandemia, y que sin ella, los modelos predicen cientos de miles de muertes por la enfermedad.
Los países están buscando una ventaja en el desarrollo de vacunas y respuestas al brote de coronavirus, y están recurriendo a sus piratas informáticos para obtener información que otras naciones podrían no compartir.
«Los esfuerzos de China para apuntar a estos sectores representan una amenaza significativa para la respuesta de nuestra nación al COVID-19», dijeron CISA y el FBI. «Este anuncio tiene la intención de crear conciencia para las instituciones de investigación y el público estadounidense y proporcionar recursos y orientación para aquellos que puedan ser objeto de estos ataques».
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