En la Ciudad Hospitalaria doctor Enrique Tejera (CHET), en el estado Carabobo, no hay ni coletos para cumplir con la limpieza de cada una de sus áreas, poniendo de manifiesto que la precariedad se magnificó durante la pandemia.
Se trata de la institución de salud más importante del centro del país y al que desde hace más de seis años que no envían dotación de insumos de higiene. Es el personal el que debe ingeniárselas para poder cumplir con esta importante labor.
“No tenemos con qué trabajar, pasamos coleto porque traemos pedazos de tela de trapo de la casa porque no tenemos mopa, no tenemos cepillo, no nos dan nada de lo que se necesita”, expresó Julia Seco, trabajadora del lugar.
A esto se suma que tampoco les dan implementos elementales como tapabocas, por lo que la mayoría debe hacerlos en sus casas. “El almacén y la farmacia están privatizados”, aseguró Carlos Viloria, presidente del Sindicato de la Salud de Carabobo.
Denunció la persecución de la que son víctimas y el ataque permanente si llegan tarde a sus guardias. “No hay efectivo para el pasaje, nos cierran los bancos, tampoco se puede echar gasolina. Aquí nos tratan muy mal. Han muerto enfermeras, camareras, médicos y no han sido dignificados, hemos sido perseguidos por denunciar”.
No tienen ni para pasaje
Las razones sobran para que el personal de salud de Carabobo proteste. La mañana de este jueves lo hicieron en las puertas de la CHET, conocido como Hospital Central de Valencia, en el que gritaron una y otra vez “sueldos justos ya”.
Eduardo Castillo, delegado sindical del personal empleado y administrativo de la CHET, recordó que ellos cobran 0,75 de dólar, correspondiente a 400 mil bolívares al mes. “Todo lo venden en dólares que no tenemos, y los bonos del gobierno no nos ayudan porque eso no es un sueldo justo que contempla la Constitución. No queremos bonos sino lo que merecemos”.
Recientemente cobraron un mes de aguinaldo que los decepcionó aún más porque resultó ser insuficiente hasta para comprar lo básico en alimentación. “Acabamos de recibir un mes pírrico de aguinaldos, se burlan de nosotros“, exclamó Viloria.
Xiomara Degidio, representante sindical del sector, envió un mensaje directo a Nicolás Maduro: “Estamos cansados, aquí la gente se parte el pecho para llegar a su trabajo porque amamos el hospital y usted se burla de nosotros, pedimos es un sueldo digno y lo que nos pagan no alcanza ni para un kilo de queso, sino puede con Venezuela, váyase”.
Con el salario que reciben no pueden ni costear el pasaje del transporte público para llegar a sus puestos de trabajo, por lo que muchos optan por caminar largos tramos. Y lo hacen solo porque saben de las necesidades de los pacientes y del déficit de personal que se enfrenta en la institución porque hay quienes han renunciado, otros han solicitado sus vacaciones o dejan de asistir por temor de contagiarse de COVID-19
Piden renuncias
El personal de la salud en Puerto Cabello también salió a protestar. Lo hizo en las puertas del Hospital doctor Adolfo Prince Lara, en el que exigieron la destitución del director del lugar y de la jefa de enfermería.
“No estamos pidiendo limosnas sino que nos presten atención, no tenemos ni el kt anti COVID-19, no tenemos nada, herramientas para trabajar, no nos dan ni una bata”, aseguró una de las enfermeras del hospital en el que hay 25 camas en el área de aislamiento para pacientes con coronavirus.
Uno de los camilleros insistió en la precariedad de los salarios. “Ellos se enriquecen y nosotros pasamos trabajo y hambre, el sueldo no alcanza ni para un paquete de harina y tienen a sus directivos cobrando en dólares, queremos sueldos dignos”.
Ellos se sienten absolutamente burlados. “Nos da un cuarto de reposo que está frente a un incinerador que es contaminante. Nos maltratan, y por eso pedimos al Inpsasel que mande a funcionarios a verificar nuestras condiciones laborales, porque a este hospital solo lo maquillan con una pinturita, y nos dan solo un tapaboca y sabemos que llegaron kits completos de bioseguridad que no nos han dado”.