«La cifra de niños que salen de Venezuela sin sus padres sigue ascendiendo». La advertencia la hizo Carlos Rodríguez, abogado e investigador sobre derechos de migrantes y refugiados venezolanos de la UCAB.
«Los niños salen sin sus padres de Venezuela y lo hacen en compañía de otros menores. En su mayoría pasan por trochas y salen solo con la cédula y en algunos casos sin ningún tipo de documento», afirmó, en entrevista con Radio Fe y Alegría.
Informó que «los niños viajeros deciden salir de Venezuela para buscar mejores oportunidades en algún lugar de Latinoamérica. Deciden irse para poder ofrecer más calidad de vida a sus familias, enviándoles dinero».
Lamentó que los menores «pasan por lo mismo que un adulto, pero se enfrentan a mayores peligros».
Según el abogado, hay casos en los que son víctimas de explotación laboral, de trata e incluso los ponen a trabajar en oficios ilícitos. «Es una población muy vulnerable, muchos deben mendigar para poder continuar su ruta», subrayó.
Advirtió que «la situación de estos niños es bastante crítica. Es una población bastante invisibilizada y de la que no se tiene cifras. Es necesario que los países receptores pongan la lupa sobre ellos y traten de adoptar medidas urgentes con enfoque de derechos humanos», refirió.
Recordó que, recientemente, a Organización Internacional para las Migraciones (OIM), confirmó que la cifra de migrantes y refugiados venezolanos ascendió a 6 millones, a pesar de que las fronteras están cerradas.
«Muchas personas se van del país por el bajo salario, el acceso a las medicinas. Sin embargo, en los últimos años la reunificación familiar ha sido una de las causas por las que las personas están saliendo del país», dijo.
«La mayoría de los que migran no tienen pasaporte», de acuerdo con Rodríguez. «Los venezolanos se van solo con la cédula de identidad en mano, a veces ni siquiera vigente. No tener los documentos necesarios es el motivo principal por el que los migrantes optan por viajar en vías irregulares», lamentó.
Explicó que esto se debe a que estos migrantes tienen un estatus socioeconómico bajo. «Por eso algunos se van caminando, porque no tienen para pagar un autobús o un boleto de avión que le permita un viaje digno».
Los retos del 2022
Rodríguez cree que el 2022 será de «grandes retos», porque los países dejarán de aceptar pasaportes vencidos y pondrán cada vez más restricciones.
Aseguró, por ejemplo, que el cambio político de Perú y las deportaciones amenaza a los venezolanos.
Aunque se prevé contribuir económicamente desde organismos internacionales para atender la migración, Rodríguez considera que el movimiento migratorio venezolano «va a durar muchos años».
«La regularización de migrantes venezolanos debe ser atendida durante el 2022. La migración venezolana es un hecho y los Estados deben entenderlo. Las políticas migratorias debe ser flexibles y adaptadas a la realidad del venezolano», sentenció.
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