El dirigente opositor Julio Borges, aseguró que el gobernante Nicolás Maduro pretende reinsertarse en el concierto internacional a través de regalos, prebendas y el despilfarro del dinero de los venezolanos
El dirigente de Primero Justicia, Julio Borges, cuestionó que el mandatario Nicolás Maduro condonará la deuda de 70 millones a San Vicente y las Granadinas, un convenio contraído a través de Petrocaribe, organismo al cual señaló de ser un “burdo mecanismo de chantaje político”.
El pronunciamiento de Borges salió incluido en un artículo de opinión publicado por el diario El Espectador, donde destaca que «Petrocaribe estuvo dormido en los últimos años y ahora Maduro lo resucita con múltiples fines. El dictador busca revivir para aprovechar el contexto bélico, que ha impuesto unos desequilibrios importantes al mercado energético mundial, con el fin de recuperar aliados en la esfera«.
El dirigente político rechazó que el Gobierno venezolano decidiera restablecer el programa de suministro de petróleo Petrocaribe, a su juicio, con la intención de “encubrir la crisis democrática y humanitaria en nuestro país y defender, como si se tratara de ellos mismos, al régimen dictatorial de Maduro, promoviendo que la presión internacional disminuya”.
Borges aseguró que Maduro pretende reinsertarse en el concierto internacional a través de regalos, prebendas y el despilfarro del dinero de los venezolanos.
Asimismo, el político destacó que Petrocaribe que fue creado con la intención de cooperación en materia energética de algunos países del Caribe con Venezuela, pero ahora es un espacio donde se “intercambiaban barriles por votos o espaldarazos públicos, que refrendan la idea de una democracia vigorosa y pujante en Venezuela”.
Recalcó que el regalo de los recursos venezolanos a otras naciones se da justo cuando millones de venezolanos se enfrentan a la carencia o ineficiencia en algunos servicios públicos como agua, luz, combustible, gas doméstico, salarios dignos e incluso oportunidades.
“El gobierno regala nuestro patrimonio para comprar apoyo político en el mundo”, sentenció y añadió que esto representa una ofensa para la población, pues con esos recursos se puede subsidiar un salario mínimo para 2,5 millones de familias.