Según dijo en una rueda de prensa ordinaria Christian Wagner, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, en Venezuela «hay un retroceso de la democracia» en vista de la llegada a España de González Urrutia, el abanderado de la mayor coalición opositora a Nicolás Maduro.
«En una democracia no debería haber nunca políticos que se vean forzados a huir en el asilo político», señaló Wagner, antes de insistir en las demandas de Berlín a Venezuela desde que se celebraron las elecciones presidenciales el pasado 28 de julio.
«Nuestra demanda al Gobierno venezolano es clara: Pedimos que termine el trato violento contra la oposición y el restablecimiento de los derechos de los participantes democráticos», dijo Wagner, antes de recordar que aún es precisa «la publicación de los resultados en Venezuela para poder comprobarlos».
«Esa es la condición para que haya una continuación del proceso democrático en Venezuela», añadió.
Edmundo González tomó la difícil decisión de abandonar el país en medio de una creciente persecución política. Su salida de Venezuela se produjo de manera urgente y bajo circunstancias críticas, con el objetivo de preservar su vida y libertad.
Según su abogado, José Vicente Haro, González enfrentaba un riesgo inminente para su integridad física y la de su familia, lo que lo llevó a buscar asilo político en España.
La situación se tornó tensa cuando las fuerzas de seguridad venezolanas rodearon la embajada de Argentina en Caracas, donde varios opositores se habían refugiado. Ante el temor de que una situación similar pudiera ocurrir si intentaba resguardarse en otra embajada, González optó por aceptar la oferta de asilo en España.
El ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, confirmó que se le ofreció refugio en la residencia del embajador español en Caracas, pero González decidió exiliarse por razones de seguridad.
La salida de Edmundo González marca un momento crítico en la política venezolana, destacando la continua represión contra figuras opositoras. Su exilio no solo subraya la gravedad de la situación en Venezuela, sino que también pone de manifiesto la solidaridad internacional y el papel de España, aunque controversial.
Mientras González inicia una nueva etapa en su vida en el extranjero, su partida deja una profunda huella en la lucha por la democracia y los derechos humanos en Venezuela, donde permanece María Corina Machado, quien a través de un mensaje en X justificó el exilio de quien considera el verdadero presidente electo.
Redacción con información de EFE
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