Fuerzas policiales de Perú, atraparon a Oscar Narro, alias ‘Cara Cortada‘, líder de una banda de delincuentes que está acusado de asesinar a finales de enero pasado al comerciante venezolano Orlando Abreu en la ciudad peruana de Trujillo, todo en el medio de un comprometido panorama que incluye la amenaza a un trabajador venezolano con un arma de fuego por un hombre en aparente estado de ebriedad y una manifestación con tintes xenofóbicos que se produjo el sábado y en la que fue atacada la embajada de muestro país en Lima.
Em su cuenta en Twitter, la Policía Nacional Peruana anunció la captura de Narro: «Tras una ardua labor de inteligencia, personal policial ubicó y capturó a un sujeto, alias Cara Cortada, quien habría disparado a un ciudadano extranjero, causándole la muerte, en La Libertad«, señaló la institución.
Narro era buscado por asesinar con disparos de un arma de fuego al venezolano Orlando Abreu, de 26 años, quien aparentemente no aceptaba pagar la ‘vacuna’ diaria que exigía la banda que lideraba a los vendedores del mercado de una zona populosa de Trujillo.
Este crimen fue grabado por cámaras de seguridad y las imágenes se difundieron rápidamente a inicios de este mes en redes sociales y medios de comunicación, lo que causó una gran conmoción entre peruanos y venezolanos.
Tras eso, delincuentes de ambas nacionalidades publicaron amenazas mutuas, que se radicalizaron con la difusión de otro video en el que se ve cómo un joven peruano fue lanzado desde un puente en Colombia, presuntamente por venezolanos.
Más incidentes
El asesinato de Abreu por Narro fue el más sonado de una serie de incidentes en lo que se han visto envueltos ciudadanos venezolanso e territorio inca. Uno de los más recientes fue el pasado sábado, cuando Oswaldo Girán, un trabajador venezolano de una empresa de reparto a domicilio, fue amenazado con un arma de fuego por un hombre en aparente estado de ebriedad.
Medios locales informaron que el hecho sucedió en el distrito residencial limeño de San Isidro y que el hombre, un peruano que luego fue detenido, llegó a realizar disparos al aire.
Embajada venezolana apedreada
Lo cierto es que ese mismo día decenas de personas se reunieron en la céntrica plaza San Martín de Lima en respuesta a una convocatoria hecha por redes sociales con carácter xenofóbico para exigir al Gobierno del presidente Francisco Sagasti la expulsión de los venezolanos ilegales y con antecedentes delictivos del país.
Los asistentes, que acudieron para protestar por el asesinato del peruano Silvano Cantaro en Colombia, marcharon luego hacia las sedes de canales de televisión y llegaron al frente la embajada de Venezuela en Lima. En medio de la protesta, los manifestantes atacaron con piedras a la sede diplomática, que actualmente cumple funciones consulares, ya que el Ejecutivo peruano no reconoce al régimen de Nicolás Maduro.
Frente a este hecho, la gestión oficialista denunció «los actos de violencia acontecidos ante la actitud contemplativa y de inacción por parte de las fuerzas de seguridad, en total inobservancia de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y Relaciones Consulares«, dice en un comunicado la Cancillería presidida por Jorge Arreaza.
Por ello, Caracas exigió a las autoridades peruanas que garanticen la integridad del personal diplomático y consular de Venezuela, así como la seguridad de sus sedes e instalaciones.
Postura del Gobierno interino
Entretanto, el embajador del Gobierno interino, Carlos Scull, manifestó a través de las redes sociales su agradecimiento a la Policía peruana por la captura de Narro.
Asimismo, Scull informó que junto con Oscar Pérez, presidente de la Unión Venezolana en Perú, acompañó al trabajador venezolano Oswaldo Girán a hacer la denuncia luego de ser atacado por un sujeto armado.
Tanto Scull como Pérez han hecho llamados a la calma y a la mesura, al tiempo que han pedido que los diversos casos sea tratados desde el punto de vista policial, ya que la mayoría de peruanos y venezolanos conviven con tranquilidad en el país.
Defensoría peruana condena discurso xenofóbico
En este sentido, la Defensoría del Pueblo de Perú lamentó los hechos de violencia y discursos xenofobicos contra ciudadanos venezolanos ocurridos en la marcha del sábado, destacando que «las acciones discriminatorias no deben ser toleradas por sociedad ni autoridades. Exigimos investigar y emitir sanciones correspondientes«.
Perú es, después de Colombia, el segundo país que alberga a más venezolanos, con más de un millón llegados desde 2016, según datos de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). A finales de enero, el Gobierno de Francisco Sagasti envió militares y vehículos blindados a la frontera entre Perú y Ecuador para bloquear los pasos clandestinos por los que ingresaban cientos de migrantes a diario, en su gran mayoría venezolanos, según las autoridades locales.
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