Ataques de malware a empresas crecen durante Covid-19. Una de las consecuencias de la pandemia del coronavirus es que los criminales han aprovechado para hacer diversos tipos de fraudes en todas las industrias, principalmente el robo de información y la usurpación de los empleados en las organizaciones.
Así lo revela el estudio El impacto de los delitos financieros. Prevención, detección y respuesta, presentado por KPMG.
Shelley M. Hayes, socia líder de Forensic de KPMG en México y Centroamérica, detalló que lo más usual ha sido malware en sitios de internet relacionados con Covid-19; correos de pishing disfrazados con actualizaciones de Covid-19 para robar credenciales de empleados para acceder a los sistemas de la organización y atacar a la organización.
De igual manera, se han dado ataques de ramsonware con lo que los delincuentes comprometen la seguridad de los servidores críticos y las terminales conectadas para luego exigir un rescate, frecuentemente en criptomonedas, así como otros tipos a través de aplicaciones móviles.
“Hoy más que nunca, con la necesidad del trabajo a distancia y la dependencia en la tecnología, es fundamental que organizaciones e individuos estén alertas ante las amenazas que representa un entorno digital y las diversas formas de hacerles frente”, explicó.
Esto forma parte de las amenazas tecnológicas que más afectan a las empresas. A pesar de que 86% afirmó tener antivirus y 71% firewalls internos o externos, solo tres de cada 10 hace revisiones de ciberseguridad como pruebas de penetración que realizan los bancos y entidades financieras.
Esto ha generado que 23% fuera víctima de algún incidente de ciberseguridad en los últimos 12 meses, siendo el delito más común el malware en 51%, seguido de la suplantación de identidad de proveedores y personas en los correos electrónicos corporativos con 41%, y con 32 por ciento.
Esto les generó daños económicos (al menos 1 millón de pesos para 47% y más de 2 millones para 23%), legales en 22% y reputaciones con 17 por ciento.
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