Las redes sociales son escenarios que fácilmente pueden pasar a ser las peores trampas de quienes en medio del desespero, buscan con urgencia una solución milagrosa a sus problemas, aun cuando ello se trate de la propia vida o de un familiar, siendo así como en los últimos días hemos visto ofertas engañosas y estafas sobre supuestas vacunas rápidas contra el covid-19.
En medio del desespero los ciudadanos pudiesen caer en manos de estas personas, que venden productos no garantizados por el organismo regulador, en este caso el Ministerio de Salud.
En la carrera por lograr la máxima inmunización hasta el momento el país solo ha recibido 800 mil dosis de vacunas para frenar la pandemia generada por el virus del SARS-CoV-2: 500 mil dosis de la vacuna china Sinopharm y 300 mil dosis de la vacuna rusa Sputnik V. El Estado es el único autorizado para su distribución y solo en centros de salud públicos se hace la inmunización.
Médicos y expertos recomiendan a la población no ceder ante la tentación y no gastar sus recursos en estos productos que pudiesen ser irreales.
Muchas personas han comenzado a recibir mensajes de texto con la asignación de vacunas contra la covid-19; otros incluso son más osados y ofrecen el producto libremente. El precio de la vacunas varia dependiendo del vendedor, pero en el mercado negro se llega a cotizar hasta en 300 dólares cada dosis, esto según lo dicho por Juan Pablo Guanipa, primer vicepresidente de la Asamblea Nacional electa en el 2015.
Otros procedimientos como la «autovacuna» también se han hecho populares en las redes sociales, instando incluso a las personas a participar en estos procedimientos que venden una «falsa sensación de seguridad».
El médico infectólogo Juan Félix García instó a los ciudadanos a evitar caer en este tipo de ofertas en medio del desespero, señalando que en este momento «vemos a mucha gente ofreciendo productos médicos pero no son más que estafadores«. Además, reiteró que en una situación de rebrote como la que se está viviendo en el país y en medio del intento mundial por frenar los contagios de covid-19, el mercado negro es un lugar al que las personas no deben acudir.
«Nosotros los infectólogos no damos la aprobación de estos productos. Recordemos que las vacunas deben tener una cadena de frío que varía dependiendo de si es la Pfizer, la Sputnik o cualquier otra», recalcó, al señalar que incluso en los centros de salud donde se ha comenzado la inmunización debieron ser instalados refrigeradores de alto nivel para conservar la efectividad de cada dosis.
Señaló que hasta ahora solo se debe tener confianza en las vacunas autorizadas por la Organización Mundial de la Salud. Sería solo el ministerio de Salud «el encargado de que los productos sanitarios lleguen en buena calidad a los ciudadanos», por lo que dejó entre ver que cada dosis de vacuna que se venda en el mercado negro no garantiza al comprador su efectividad.
«En Venezuela las vacunas son gratis», enfatizó el médico Juan Félix García. Hasta ahora en la mayoría de países los únicos autorizados en poner las vacunas son los gobiernos, quienes han ideado planes específicos de inmunización para sus ciudadanos. A ello se suma que grandes laboratorios como Pfizer han dicho que por lo que resta de año no venderán dosis al mercado privado.
Para este médico infectólogo del hospital infantil José Manuel de los Ríos, la desesperación por vacunarse «puede llevar a las personas a vender lo poco que tienen para gastarlo en estos estafadores».
Desde su tribuna no descarta que en un futuro la vacunación pueda hacerse de manera privada, como se ha ido haciendo a lo largo del tiempo con vacunas para otras enfermedades. «En algún momento debe liberarse el uso de la vacuna, activando la fuerza de venta de los laboratorios y se comience a despachar vacunas a cada consultorio privado, pero por ahora no».
Urge la inmunización masiva
Desde AS/COA Online se trazó una cronología sobre el camino de las vacunas en América Latina, en el que señalaron que el porcentaje de la población vacunada en cada país según los datos oficiales y aseguran que en Venezuela solo 0,34% de toda la población está parcialmente vacunada contra la covid-19.
Estos datos fueron avalados por el presidente de la Federación Médica Venezolana (FMV), Douglas León Natera, quien explicó que solo una «ínfima» parte de la población venezolana ha sido vacunada, esto de acuerdo a datos recogidos por dicha organización.
Mientras esto ocurre y la inmunización va a paso de tortuga, el personal sanitario sigue siendo el más golpeado: desde el martes 13 de abril hasta la fecha han muerto víctimas del covid-19 al menos 10 trabajadores de la salud, elevando así el registro a 470 fallecidos solo en este sector.
Detalló que se trataría de 340 médicos y 130 trabajadores de diversas áreas, lo que demuestra lo gravemente expuesto que está el personal. Para Natera, esta cifra representa el 25,62% de todos los fallecidos por covid-19 en el país según cifras oficiales, que para este jueves 15 de abril sumaban un total de 1.834.
Natera refirió que a diario los profesionales de la salud realizan protestas reclamando vacunas para todos los venezolanos, y comentó la actividad realizada en la sede de la FMV por el colapso de los centros asistenciales. Sin embargo, acusó al régimen de Nicolás Maduro de desviar las vacunas que han llegado a otros sectores no priorizados. «Han sido desviadas hacia el alto gobierno para aplicarlas a ministros, diputados, cubanos y operadores políticos oficialistas», dijo entonces.
«El gobierno finge vacunar a la población y con disimulo deja por fuera a los médicos. Exigimos vacunación masiva para todos los habitantes del país», declaró el directivo del gremio médico venezolano. Esta exigencia se extiende por todo el sector pues, como recuerda el infectólogo Juan García, no hay otra manera inmediata de frenar la pandemia.
«El peligro de no vacunar es que el virus sigue en la calle y al mayor contagio va mutando, es ahí donde comenzamos a ver las variantes», explicó.
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