El teletrabajo llegó para quedarse, después que la pandemia obligara la implementación de labores remotas en las empresas, pero a la vez, los hackers encontraron un terreno fértil para hacer de las suyas, expone un reporte sobre ciberseguridad.
En los dos últimos años, las organizaciones a nivel mundial se adaptaron a nuevas formas de trabajar, se acostumbraron a términos como teletrabajo, trabajo remoto o híbrido, expone la compañía ESET Latinoamérica.
Durante la pandemia -agrega- esta modalidad de trabajo generó para los trabajadores y patronos algunas oportunidades, pero también, representó un desafío por los riesgos cibernéticos asociados.
Los cibercriminales enfocaron sus estrategias en atacar a aquellas compañías que no estaban preparadas para enfrentarse al mundo digital. Los objetivos más comunes y que facilitan la ciberdelincuencia son: el teletrabajo en computadoras portátiles, dispositivos móviles, redes y aparatos inteligentes hogareños, que son potencialmente inseguros.
También son vulnerables las redes privadas virtuales y otros softwares sin parches que son ejecutados en sistemas caseros; equipos con una conexión de Protocolo de Escritorio Remoto, pobremente configurada, que puede ser fácilmente comprometida a través del uso de contraseñas previamente robadas o fáciles de romper, entre otros riesgos, añade. (JB)
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