En el día del adulto mayor en Venezuela, abuelos y pensionados salieron a protestar contra la política salarial del gobierno nacional que ha condenado a la pobreza a las personas de la tercera edad.
Los abuelos y abuelos se quejan del salario de 130 bolívares mensuales o su equivalente a $3 que no cubre las necesidades básicas de quienes han quedado desprotegidos por el Estado sin ningún tipo de beneficios por tantos años de trabajo a la nación.
Ya son más de 3 años con una mensualidad de 130 bs o $3 en su equivalente, insostenible para cualquier ser humano, más aún cuando se trata de los adultos mayores que no tienen ingresos fijos por trabajo.
Por esta razón, muchos consideran que el Estado los ha sometido a la pobreza extrema con los denominados bonos de la patria que no son suficientes para las necesidades básicas.
María Nieves, pensionada asegura que no tengo pepitas en la lengua “para decir la verdad. A mí me dijeron que dijera la verdad desde pequeña y sigo diciendo a verdad. Y quiero que él (Maduro) nos pague un sueldo digno y que no nos dé el aguinaldo fraccionado como él dice”.
La mayoría de los jubilados y pensionados afirman que tienen que dedicarse a otros oficios para tratar de subsistir, tal es el caso de los maestros, a quien Nicolás Maduro los invitó a volver a las aulas de clases por amor a la vocación, pero sin ningún tipo de incentivos.
Por su parte, María Teresa Clemente, maestra jubilada se dedica a la costura para poder subsistir. “Por ejemplo, yo a mis compañeras si les tengo que cocer les coso. A mis vecinas les hago labor social y les corto el cabello y con eso me ayudó”,
Además, tiene un taxi y “cuando puedo hago una carrera y no es el deber ser. Soy un docente jubilado y debería estar en mi casa reposando, descansando, bailando, cosas que me permitan tener una mejor calidad de vida”.
La situación de los jubilados, contrasta con el ambiente festivo de a este 1ero de octubre cuando inicia la Navidad en Venezuela, vía decreto.
Luis Cano, jubilado cuestionó el hecho que estos adultos mayores no pueda esperar nada del gobierno. “Nosotros estamos esperando nada, porque nos está condenando a que tengamos otras Navidades, si nuestros hijos, si nuestros familiares, que ya sabemos que están fuera del país por la grave crisis que atraviesa adelante país”.
“Nos van a condenar otra vez a celebrar el 31 de diciembre y 24 con un teléfono y WhatsApp llorando como unos tontos por la ausencia de nuestros hijos porque no los tenemos y necesitamos a nuestros nietos; porque uno cuando envejece uno se pone muy sensible y uno lo que desea es celebrar su ciclo de vida con todos sus familiares”.
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