A pesar de los cuasi insoslayables obstáculos impuestos por el bloqueo y las sanciones a Venezuela y Pdvsa, al cierre de 2023 la empresa petrolera logró reducir 1% su deuda financiera consolidada, lo cual constituye un esfuerzo que, seguramente, debió tomar en cuenta el banco de inversión internacional, JP Morgan, para reintegrar los bonos de la empresa a su indicador de deuda de los mercados emergentes.
La decisión de JPMorgan abrirá de nuevo los bonos venezolanos a los llamados fondos pasivos que compran en función de índices.
El índice EMBI (Emerging Markets Bond Index) de JP Morgan está preparado para medir el rendimiento de los bonos emitidos por países en desarrollo; es ampliamente utilizado como referencia para evaluar la evolución de los mercados de bonos emergentes y para comparar el rendimiento de los bonos emitidos por diferentes países.
El regreso de los bonos de PDVSA al indicador será a partir del 30 de abril del presente año, y se produce después de que la firma incluyera a Venezuela en un «Index Watch» en noviembre de 2023, a raíz de que el gobierno de Joe Biden levantara algunas de las sanciones impuestas a los mercados secundarios de deuda vigentes desde hacía casi cuatro años.
JP Morgan señaló en un comunicado que los bonos se incluirán en los influyentes índices de referencia EMBI Global/Diversified «durante un periodo de introducción gradual de tres meses que comenzará el 30 de abril y finalizará el 28 de junio»,
«Veinte bonos soberanos y cuasi-soberanos venezolanos, que representan un valor nominal total de 53.000 millones de dólares, se incorporarán de forma progresiva y proporcional durante el periodo de reajuste de tres meses».
La decisión significa que los bonos tendrán una ponderación total estimada de 58 puntos básicos en el índice EMBI Global Diversified y de 69 puntos básicos en el índice EMBI Global, dijo JPMorgan.
Desde agosto de 2017, el gobierno de los Estados Unidos ha arreciado en contra de PDVSA la imposición de sanciones económicas iniciadas en 2014, las cuales prohíben la realización de operaciones por deudas emitidas y la emisión de nuevos endeudamientos
Los bonos habían caído a una ponderación cero desde que Washington impuso en 2019 las ilegales sanciones al comercio y sectores petrolero y minero del país, que impiden a la empresa petrolera vender sus productos y hacer uso del sistema financiero internacional controlado por EEUU.
De allí que en octubre de 2023 los bonos venezolanos respondieron a la noticia de JP Morgan con una subida de 3,5 centavos, hasta situarse en unos 21 centavos de dólar el jueves por la tarde. Por su parte, los bonos PDVSA con vencimiento en 2026 subieron 2,5 centavos, hasta los 11 centavos.
En ese momento, el Financial Times recogió la opinión de algunos inversionistas, los cuales dijeron que la relajación de las sanciones podría allanar el camino para una eventual reestructuración de la deuda de Caracas. Y también podría permitir a los pesos pesados de Wall Street sumergirse en el mercado con la esperanza de obtener grandes ganancias en bonos que aún se negocian a niveles altamente bajos.
“Creemos que este es el comienzo de un proceso de varios pasos… para reintroducir a Venezuela en la corriente financiera principal”, dijo Nick Lawson, director ejecutivo de la firma londinense Ocean Wall y tenedor de bonos venezolanos desde 2021. “Eso probablemente incluirá el aumento de la producción y las exportaciones de petróleo y gas natural de Venezuela, la reincorporación de los bonos venezolanos en los principales índices de mercados emergentes, las negociaciones de liquidación de la deuda y la eventuareestructuración”.
EEUU ha emitido concesiones especiales que autorizan a los ciudadanos y empresas estadounidenses al cobro de intereses de los Bonos PDVSA 2020, cupón 8,5%. A partir del 20 de enero del 2023 quedan autorizadas todas las operaciones relacionadas con el suministro de financiamiento y otras operaciones o acuerdos relacionados con el Bono de Pdvsa cupón 8.5.
No obstante, en enero pasado, Washington volvió a imponer sanciones a la minera estatal Minerven después de que los tribunales venezolanos confirmaran la inhabilitación para ser candidata a la presidencia de la opositora María Corina Machado.
En abril de 2024, el Gobierno de EEUU tomará la decisión sobre si repone la totalidad de las sanciones eliminadas. JPMorgan dijo que si se volvían a imponer sanciones a la deuda venezolana, «se seguirán las normas del índice sobre eventos de perturbación del mercado y el país sería retirado del índice».
Las medidas coercitivas e ilegales prohíben la venta de deuda relacionada de Pdvsa, la venta o transferencia de deuda, acciones, participación u otras propiedades de las entidades sancionadas con la industria.
Sin embargo, dentro de las excepciones se han incluido cinco (5) compañías energéticas estadounidenses, para la continuidad de sus operaciones en Venezuela de manera temporal, las cuales son: Chevron Corporation, Halliburton, Schlumberger Limited, Baker Hughes Holdings LLC, y Weatherford International, Public Limited Company.
Aún así, en medio del bloqueo ilegal político, operativo y financiero, la Deuda Financiera Consolidada de PDVSA, no auditada, publicada el 17 de enero de 2024 en un periódico local, se ubicó en 34.779 millones de dólares al 31 de diciembre de 2023, lo cual evidencia una baja neta del 1% con respecto a 2022, cuando fue de 35.115 millones, motivada principalmente a la disminución de deuda observada en la filial Corporación Venezolana del Petróleo de 574 millones de dólares.
Durante el período 2014 al 2023, la deuda ha presentado continuas disminuciones al pasar de 45.736 millones de dólares a 34.779 millones al cierre de 2023, manteniéndose estable durante entre 2018 y 2023, por causa de las restricciones económicas provenientes del bloqueo económico impuesto por EEUU, que limitan el acceso a los fondos bloqueados, a nuevos financiamientos, y dificultan la amortización de la deuda, aunado a las dificultades de liquidez que presenta la Corporación.
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