En Cataluña detectan 620 intromisiones. El espionaje telefónico al presidente del Parlament Roger Torrent y a Ernest Maragall, prende las alarmas en la Agencia de Seguridad de Cataluña.
El organismo investiga los ataques a los móviles de sus dos dirigentes políticos, pero también va más allá y reporta al menos 600 de intentos de intromisión al sistema durante el primer trimestre del año en curso.
Es decir, alrededor de uno por millón, en total 620 a lo largo del primer semestre, logra accesar las barreras de seguridad.
El programa de espionaje Pegasus, del que también el conseller de Políticas Digitales, Jordi Puigneró, presume que estuvo en la mira, los obliga a reforzar las medidas utilizadas hasta ahora en la Agencia de Ciberseguridad de Cataluña.
En el caso de Puigneró, en marzo de 2019 recibió una llamada anónima vía WhatsApp, una trama similar a la denunciada en los móviles del presidente del Parlament, Roger Torrent, y el exconsejero Ernest Maragall, pero el Govern aún no confirma si fue a través del mismo Pegasus.
La Generalitat agrupa los ataques sostenidos durante el primer semestre de esta manera: 148 millones a servidores y aplicaciones y 449 a estaciones de trabajo, que incluyen ordenadores y tabletas táctiles.
Asimismo, refieren que el 21% de los ataques pretenden instalar un programa malicioso, similar al programa que ha espiado al presidente del Parlament.
El director de la Agencia de Ciberseguridad, Oriol Torruella, reconoce que una mayor digitalización en el Gobierno los hace más vulnerables.
Desde el departamento de Informática y Telecomunicaciones del Parlament prefieren resguardar los datos sobre el ciberataque; sin embargo, admite que desarrollan nuevas medidas que resguarden los servidores y los móviles.
Por su parte, el exconseller y diputado Ernest Maragall (ERC) ha planteado a todos los grupos del Parlament la comparecencia de diez ministros o exministros, del PP y el PSOE, a fin de que declaren todo lo que saben sobre el caso de espionaje político a diversos políticos independentistas.
De la misma manera, este viernes los sindicatos próximos a la izquierda independentista vasca y catalana, entre ellos LAB e Intersindical-CSC, tacharon de inaceptables el espionaje.
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