De un día para otro se duplicó la cifra de presos políticos españoles en las cárceles de Venezuela después de las elecciones del 28 de julio. De los 10 que habían antes de los comicios ahora hay 22 prisioneros políticos españoles, que representan el 10% de las 2.200 personas que ha detenido el régimen de Nicolás Maduro por motivos poselectorales.
Los últimos en ser encarcelados el 3 de septiembre pasado fueron José María Basoa Valdovinos y Andrés Martínez Adasme, ambos nacidos en Bilbao, España, que el ministro del Interior, Diosdado Cabello, califica de terroristas por intentar supuestamente atentar contra la estabilidad de Venezuela.
Tanto Basoa como Martínez son viajeros que venían a Venezuela a visitar a sus novias. «Estaban muy enamorados», -dice el ministro sin creerles el motivo de su presencia en el país cuando presenta la lista de los 19 extranjeros detenidos por presunta conspiración contra Maduro.
ABC ha estado presente en una de las sesiones, que tuvo lugar con Carolina Ribera, hija de la expresidenta Jeanine Áñez, que está en prisión desde hace tres años y siete meses
El Gobierno de Maduro ha cifrado en 2.200 las detenciones, pero la ONG Foro Penal ha registrado solo 2.000 presos políticos, entre ellos, 68 niños o menores de edad. Esta población de prisioneros políticos en Venezuela es la más alta que se contabiliza en el continente americano. Cuba registra 1.000 y en tercer lugar Nicaragua.
Antes de las elecciones del 28-J que dieron como ganador con el 67% de votos al opositor Edmundo González Urrutia y de perdedor a Maduro con el 30%, según el recuento del 83% de las actas de votación mostradas por la oposición, la lista de presos políticos españoles no pasaba de 10 personas.
Los 10 presos españoles se encuentran repartidos en diferentes cárceles: Rocío San Miguel en el Helicoide y su ex pareja Alejandro González de Canales en el Rodeo I, el empresario Uaiparu Guerere López en el Rodeo I, Jorge Henrique Alayeto Bigott en Tocuyito), el empresario Ricardo Albacete Vidal en la Zona 7 de CPNB, María Auxiliadora Delgado Tabosky en el INOF cárcel de mujeres, Ángela Lizbeth Expósito Carrillo en el Helicoide, Karen Sheydell Hernández Rodríguez en el Helicoide, Fernando Andrés Noya Contramaestre en el Rodeo I, y el ex presidente de PDVSA Eulogio del PINO tiene casa por cárcel.
Los más antiguos son María Auxiliadora Delgado Tabosky que lleva 5 años en el penal de las mujeres sin haber sido condenada por los tribunales. Rocío San Miguel fue encarcelada en febrero pasado y tendrá su primera audiencia en las próximas semanas.
Llama la atención la detención del empresario Uaiparu Guerere López, de 69 años, de doble nacionalidad venezolana y española, que se declara inocente. Fue detenido en Caracas el 31 de mayo del 2023 como consecuencia de un confuso delito económico por la venta de su helicóptero de uso civil. El régimen lo acusa de traición a la patria, divulgación de secreto militar, tráfico ilícito de municiones, resistencia a la autoridad, lesiones personales graves. La salud de Guerere se resiente y necesita atención médica.
Los presos innombrables
Al igual que los secuestros exprés que las bandas criminales secuestran a las personas y piden rescate para liberarlas, los cuerpos policiales han copiado el modelo después de las elecciones para detener a los manifestantes de las protestas.
«La policía detiene a una persona en la calle sin importar si está manifestando o no y le pide unas recompensas entre 5.000 y 3.000 dólares. El monto depende de la vestimenta y los recursos del detenido. Después de unas 3 o 4 horas de espera el secuestrado es liberado si consigue reunir esa cantidad de dinero y si no tiene entonces va preso», nos cuenta una fuente.
Los nuevos diez presos políticos españoles que el régimen autocrático ha detenido después de las presidenciales son innombrables. Todos ellos son jóvenes y pobres que no tienen ninguna relación con la política pero que fueron detenidos arbitrariamente en la calle sin participar en las protestas.
Tanto las madres, familiares y autoridades no quieren que sus nombres aparezcan en la prensa porque son amenazados de que no van a salir libres y van a ser castigados en la prisión por revelar sus casos a la prensa.
Todos los presos políticos reciben malos tratos y son golpeados por sus carceleros. Los familiares deben estar encapuchados cuando los visitan en las prisiones y no les permiten llevar teléfonos ni dinero.
Raiza Gómez, familiar de un detenido en el penal de Tocorón, estado Carabobo, denuncia que los detenidos reciben comida descompuesta y con «gusanos». Los presos políticos no reciben artículos de higiene personal, tampoco pueden lavar su ropa ni asearse de forma correcta ni reciben suficiente agua. «Solo reciben un vaso con agua que deben usar para beber, bañarse y lo que necesiten, solo un vaso con agua».
El servicio consular de España en Caracas atiende y visita a cada uno de los 22 presos políticos españoles ahora cuando les aumentó la nómina penitenciaria. Les llevan comida en lata, productos no perecederos, libros y artículos de higiene personal. En cada visita se les arruga el corazón al ver cómo se vuelven delgados porque han perdido peso por la falta de alimentos.
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