El secretario general nacional del Movimiento al Socialismo (MAS), Felipe Mujica, denunció la detención arbitraria de Richard Granadillo, dirigente del partido en el municipio Libertador del estado Aragua, al tiempo que exigió su liberación y la del resto de los detenidos por razones políticas.
Mujica explicó que la detención de Granadillo se produjo el domingo 4 de agosto. Recalcó que el MAS nunca ha estado involucrado en hechos violentos y aboga «por salidas pacíficas, electorales y democráticas que conduzcan a la reconciliación del país».
«El gobierno debe cesar el nivel de violencia, y sus voceros, dejar de amenazar a los venezolanos. Lamentablemente están aprehendiendo a ciudadanos sin ningún motivo, además de iniciar una ola represiva en contra de las protestas pacíficas», señaló en una rueda de prensa.
El secretario del MAS lamentó la violencia desatada tras conocerse el resultado de las elecciones del 28 de julio, y dijo que Venezuela «debió entrar en una etapa de diálogo, reconocimiento y reconciliación (…) El Consejo Nacional Electoral y el Tribunal Supremo de Justicia tienen en sus manos la paz de Venezuela».
Señaló que el CNE debió permitir las distintas auditorías para verificar los resultados de las presidenciales y verificar la denuncia hecha por Enrique Márquez, quien aseguró que los números leídos por el rector Elvis Amoroso no fueron totalizados en la sala correspondiente.
El dirigente político indicó que el 28 de julio «la mayoría de los venezolanos escogió a Edmundo González como su nuevo presidente», un resultado que debe ser respetado. Por ello rechazó que la disputa electoral sea dirimida por el TSJ.
«El oficialismo está consciente de que fue derrotado electoralmente y arremete ahora con un plan radical para intimidar y atemorizar a la sociedad, primero, con la proclamación ilegal de Maduro y después, con negar la alternancia en el país, errores que tendrán un gran costo político. Lo que tiene que hacer Maduro es rectificar y reconocer los verdaderos resultados», aseveró.
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