En medio de la incertidumbre tras las disputadas elecciones presidenciales en Venezuela, en el mundo crecen los llamados al cese de las detenciones de los simpatizantes de la oposición.
El papa Francisco expresó el domingo su preocupación por la “crítica situación” que vive Venezuela y pidió evitar la violencia, en medio de llamados a nivel internacional para que cesen las detenciones de manifestantes que apoyan al candidato opositor que aseguran ganó la elección presidencial del 28 de julio.
El organismo electoral del país sudamericano —que según la oposición es adepto al gobierno del presidente Nicolás Maduro, proclamó vencedor al mandatario, aunque todavía no ha presentado los recuentos de votos para demostrar el triunfo. Maduro anunció la víspera en un mitin que el gobierno había arrestado a 2.000 opositores y advirtió que se detendrían a más personas.
En sus primeros comentarios sobre la crisis postelectoral en Venezuela, el Papa hizo un llamado “a todas las partes a buscar la verdad, a ejercer la moderación, a evitar cualquier tipo de violencia”.
En su plegaria del Ángelus en la Plaza de San Pedro, Francisco instó “a solucionar los conflictos a través del diálogo”, teniendo en cuenta “el verdadero bien de la población y no los intereses partidistas”.
Venezuela quedó inmersa una crisis postelectoral que se ha trasladado a las calles con masivas movilizaciones en las que seguidores del oficialismo defienden la reelección de Maduro para un tercer mandato, mientras la coalición de oposición y sus votantes reclaman por un supuesto fraude electoral en contra de Edmundo González –candidato unitario– a quien consideran ganador absoluto de los comicios.
El asesor adjunto de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jon Finer, en una entrevista con la cadena de televisión CBS, ratificó el domingo la posición de ese gobierno sobre que el candidato González “obtuvo la mayor cantidad de votos” en la elección.
Si el gobierno venezolano asegura haber ganado las elecciones debe mostrar los datos, “algo que se ha negado a hacer”, dijo Finer, al tiempo en que indicó que el gobierno debería “embarcarse” hacia una “transición” democrática.
Finer admitió asimismo que trabajan “muy de cerca con países clave de la región que tienen influencia en Venezuela” para formar una “coalición” que conduzca a ese fin, entre los cuales mencionó a Brasil.
“Estamos preocupados por la perspectiva de inestabilidad, si continúan estas detenciones”, agregó.
En tanto, en un comunicado los líderes de varios países europeos, incluidos Francia, España, Alemania e Italia, dijeron que “los derechos de todos los venezolanos, especialmente los líderes políticos, deben ser respetados durante este proceso. Condenamos enérgicamente cualquier arresto o amenaza contra ellos”.
El Consejo Nacional Electoral proclamó a Maduro como presidente electo en las elecciones sin que hasta el momento haya mostrado las actas que lo demuestren, generando serias dudas en la comunidad internacional.
En cambio, la oposición hizo públicas cerca del 80 % de las actas de las mesas de votación que aseguran favorecen a González.
En su pronunciamiento, la Unión Europea cuestionó que el organismo electoral no haya publicado las actas oficiales, por lo que “sin pruebas que los respalden”, los resultados publicados no pueden ser reconocidos y pidió una “verificación independiente”, de ser posible de una entidad de renombre internacional.
En un análisis realizado por The Associated Press de casi 24.000 imágenes de actas electorales, que representan los resultados del 79 % de las máquinas de votación, se verificó que González recibió 6,89 millones de votos, casi medio millón más de los que el organismo electoral dice que obtuvo Maduro.
Los resultados actualizados publicados el viernes por el CNE refieren que, con base en el conteo del 96,87 % de las actas, Maduro tenía 6,4 millones de votos y González 5,3 millones.
Varios países y líderes políticos de diferentes partes del mundo –incluso algunos considerados cercanos a Maduro como los presidentes de Colombia, Gustavo Petro, y de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva– entre otros, han pedido al gobierno exhiba el reconteo de votos.
La fuerza pública venezolana ha detenido a cientos de partidarios de la oposición acusándolos de promover la violencia.
El gobierno ha amenazado con encarcelar incluso a la líder opositora María Corina Machado y al propio González. Machado se encontraba resguardada y admitió en días anteriores sentir miedo por su vida y su libertad.
Los líderes europeos pidieron en el comunicado a las autoridades venezolanas que pongan fin a las detenciones arbitrarias, la represión y la retórica violenta contra los miembros de la oposición y la sociedad civil, y que liberen a todos los “presos políticos”.
Maduro, en una ceremonia de condecoración a 14 militares heridos durante las manifestaciones, afirmó: “tengan la seguridad que iremos por todos los criminales, todos los fascistas, porque el fascismo en Venezuela no asaltará el poder; estoy dispuesto a todo y cuento con ustedes para que prevalezca el orden, la ley, la Constitución, el derecho a la paz del pueblo de Venezuela”.
Más temprano, en una entrevista con la radio colombiana Caracol, el fiscal venezolano Tarek William Saab aseguró respecto a una supuesta orden de prisión contra Machado y González que “no existe eso en este momento”.
Los dos sectores convocaron el sábado a multitudinarias movilizaciones en Caracas en una medición de fuerzas que trasladó la tensión a las calles. Machado reapareció para liderar la concentración opositora, aunque González, un diplomático retirado de 74 años, no estuvo presente.
Organismos internacionales como la Organización de Estados Americanos llamaron a la paz y a la convivencia democrática, mientras la Comisión Interamericana de Derechos Humanos pidió la libertad de los arrestados de manera “arbitraria”.
Al menos siete países —Estados Unidos, Perú, Ecuador, Costa Rica, Argentina, Uruguay y Panamá— han reconocido a González como vencedor en los comicios presidenciales venezolanos.
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