Ana Parra, una mujer de 38 años, llamó a la policía la mañana del sábado 29 de junio para denunciar que encontró muerto a su esposo, Néstor José Díaz Hernández, de 57 años, en la sala de su casa. Precisó que la noche anterior ingerían bebidas alcohólicas y ella lo dejó solo para irse a dormir.
Ambos residían en una vivienda ubicada en el sector Villa Zoila de la Cota 905 en Caracas. El cadáver de Néstor Díaz presentaba múltiples puñaladas con un cuchillo de cocina.
Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) levantaron el cadáver y colectaron todas las evidencias. En un primer interrogatorio, Ana Parra declaró que no escuchó ruidos y que posiblemente fueron delincuentes quienes irrumpieron en la vivienda. Detalló que se fue a dormir porque discutieron.
Pero la versión no convenció a los investigadores, que corroboraron que no hubo hurto y, según testimonios de vecinos, la víctima era una persona tranquila que no tenía problemas con nadie. Se conoció que sus hijos están fuera del país.
En el transcurrir del sábado, la mujer fue sometida a otros interrogatorios en los que contó varias versiones del hecho, hasta que confesó que lo mató tras una discusión que sostuvieron por celos y luego se fue a dormir. Cuando amaneció, simuló que no sabía nada de lo sucedido.
El comisario y director del cuerpo detectivesco, Douglas Rico, aseguró que los funcionarios hallaron el arma homicida y entregaron el procedimiento a la Fiscalía 30ª del Ministerio Público.
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