El presidente electo de Panamá, José Raúl Mulino, se prepara para asumir funciones al mando del ejecutivo. En ese marco, participó del programa Oppenheimer Presenta, donde explicó sus planes para contener la migración ilegal a través de la selva del Darién y combatir el narcotráfico.
También adelantó cómo manejará su amistad con el expresidente Ricardo Martinelli, asilado en la embajada de Nicaragua tras ser condenado por lavado de dinero, y señaló cuáles serán sus principales aliados internacionales.
Además declaró que si Maduro desconoce la Voluntad Popular el 28 julio no reconocerá al régimen de Maduro y no tendrá relaciones con Venezuela.
Este asunto no es menor, como dijo Mulino a CNN, dado el “rol importantísimo” y la “posición geográfica estratégica” que tiene su país.
“Aquí confluyen intereses, confluyen políticas internacionales, un centro de negocios importantísimo hoy día, con operaciones grandísimas de bancos, de empresas multinacionales, que comienzan ya a desarrollarse en una actividad comercial importantísima en América”.
Hilando más fino, destacó a Argentina y Brasil como actores de peso en el continente, aunque fue claro pensando en vínculos multilaterales. Su atención va a estar centrada en Centroamérica, y más aún, en Colombia y Costa Rica.
“Estados Unidos es nuestro socio principal comercial, nuestro usuario número uno del Canal de Panamá. Pero tenemos dos países que son claves en política exterior: Colombia y Costa Rica son nuestros vecinos”, explicó.
En sus primeros días de gobierno Mulino ya podría encontrarse con un desafío diplomático. El 28 de julio Venezuela celebrará unas elecciones presidenciales que atraen las miradas de toda la comunidad internacional.
Ante ese escenario, anticipó la posición que tomaría si estas no son transparentes o si el principal candidato opositor, Edmundo González, resulta inhabilitado tal como sucedió con María Corina Machado.
Mulino aclaró que se mantendrá firme con la idea de “reconocer gobiernos nacidos legítimamente de la voluntad popular, en donde exista una relación directa entre la voluntad popular y el sistema democrático”.
“Me une a mucha gente en Venezuela amistades importantes dentro del grupo opositor actual. Y han venido de tumbo en tumbo, pues viviendo los últimos años difíciles, dificilísimos en materia de su política interna. Y ojalá el gobierno actual prevea esa realidad y tome en cuenta los efectos que puede tener una decisión adversa a lo que es el respeto a la democracia y a la voluntad popular del pueblo en esa elección del próximo mes de julio”, agregó.
Sin embargo, ante la consulta de Andrés Oppenheimer, no descartó ofrecer asilo a Nicolás Maduro, en caso de que eso contribuyera a una negociación política para resolver la crisis venezolana.
“Si Panamá puede colaborar para calmar una situación en cualquier nación, que no tiene que ser nada más Venezuela, yo creo que estaremos dispuestos a colaborar genuinamente con la causa, siempre que esté liderada, por supuesto, por organizaciones internacionales”.
De todos modos, aclaró: “Yo no he pensado porque esa realidad no se ha planteado, y siempre he sido muy cauteloso en especular en materia de política exterior”.
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