El momento que está viviendo Venezuela, con unas elecciones presidenciales a la vuelta de la esquina, luce una aparente tranquilidad. El clima de confrontación, extrañamente, no ha tenido mucho protagonismo en los últimos días.
En los comicios venideros, que se llevarán a cabo el 28 de julio, está en juego la continuidad del chavismo en el poder o una victoria de la oposición, así el futuro de toda la región, que ha recibido una ola de migrantes nunca antes registrada.
Solo en Colombia, según datos de la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados Venezolanos, hay 2’875.743 personas provenientes del país vecino.
Por el momento, hay tres posibles escenarios: que en las elecciones gane el chavismo, que gane la oposición o que se suspendan los comicios.
“De haber elecciones es porque hay una negociación”, dijo una fuente opositora cercana a los procesos de diálogo. Y esto tiene que ver por una razón importante y es la poca popularidad del chavismo frente al candidato opositor, Edmundo González, el cual lleva endosado el apoyo de María Corina Machado, la adversaria más peligrosa para el presidente y candidato Nicolás Maduro.
¿Una negociación?
Según Félix Seijas, director del Instituto Deiphos, especializado en estudios de opinión, el voto opositor llega al 50 % en este momento, que sería para González, el diplomático de 74 años inscrito por la Mesa de la Unidad Democrática.
Por otra parte, Nicolás Maduro tiene el 20 % de intención de votos, que conquistando al llamado ‘chavismo blando’ podría subir a un 30 %, pero con mucho esfuerzo, explica Seijas.
En esta cifra llama la atención que Maduro ha venido remontando en popularidad, que pasó de estar entre un 10 y un 15 %, a ubicarse hoy en 20 %.
Incluso, según encuestas, durante la sensación de recuperación económica entre 2022 y 2023, la popularidad del mandatario alcanzó el 25 % y es que esto va ligado a que el principal motor de los venezolanos es tener seguridad económica y hay un menor interés por temas asociaos a democracia y libertad.
No obstante, estos números no son los suficientes para que Maduro resulte reelecto. «Si hay elección, es porque hubo negociación”, repite a EL TIEMPO una fuente ligada a los diálogos entre Gobierno y oposición. Esto quiere decir que “se estaría negociando la salida de Maduro, dándole garantías” insistió.
Lo que pasaría si Maduro es reelecto
Según el analista y politólogo Carlos Zambrano, una estrategia que podría utilizar Maduro para garantizar su triunfo en los comicios es deshabilitando a la MUD y hacer que los votos se dividan en los nueve candidatos inscritos que dicen ser de oposición.
“Eso podría dividir casi el 85 % de rechazo que tiene el gobierno, creando las condiciones para que el PSUV con un techo electoral cercano a los 5’000.000 de votos”.
Si gana Maduro, “es de esperar un escenario de incertidumbre económica pero que por la demanda internacional de crudo podría verse opacado y así ver una leve mejoría de la economía con reinserción del mercado venezolano”, dice Zambrano.
Para el analista, esto iría acompañado de meses de inestabilidad política, sobre todo dependiendo del manejo que haga la oposición.
Venezuela si gana la oposición
De concretarse lo que predicen los sondeos de opinión, la victoria de Edmundo González Urrutia sería inminente. Sin embargo, el panorama antes de asumir el poder el 10 de enero de 2025 es considerablemente frágil.
“Eso implica un nivel de negociación política que permita la estabilidad durante el primer año de gestión frente a un madurismo que controla el resto de los poderes públicos y con posibilidades de hacer reformas considerables antes de la toma de posesión para tener maniatada a la nueva administración”, explica Zambrano.
Asegura además, que sería un golpe para los venezolanos, quienes aunque quieren un cambio, se estarían aplicando medidas económicas -solo por nombrar ese aspecto- que serían duras y las cuales “deben ser tomadas con mucha cautela, pues no pasarán 15 días de gobierno cuando ya el madurismo esté convocando a movilizaciones en contra del poder”.
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