Luego del anuncio realizado por el mandatario Nicolás Maduro el 1° de mayo de aumentar el llamado «ingreso mínimo integral indexado» a 130 dólares (90 de bono de guerra económica y 40 de bono alimenticio), varios políticos y analistas reprocharon vía redes sociales la medida del Ejecutivo.
El exgobernador de Miranda Henrique Capriles señaló en redes sociales que ese bono de guerra no lo cobran todos los trabajadores y que, además, la pensión solo queda en 130 bolívares -equivalente a cuatro dólares aproximadamente-; dejando así dos años sin que se haga un incremento del salario mínimo.
Por su parte, el candidato presidencial por la Acción Democrática judicializada, Luis Eduardo Martínez, recalcó que «bono no es salario» y que en la Asamblea Nacional propuso que se honrara lo discutido en el diálogo tripartito y establecer un salario mínimo de 200 dólares; por lo que aseguró que el mismo es «insignificante» y «no impacta en las prestaciones, vacaciones, aguinaldos y otros ítems paralaborales y condena a nuestros trabajadores y trabajadoras a continuar pasando necesidades».
El economista José Guerra dijo que es «más de lo mismo» por no haber un aumento salarial sino de bonos y recordó además que el nuevo Fondo de Pensiones, ordenado crear con el aporte de la empresa privada, ya es una figura que existe y está dentro del Seguro Social.
La presidenta de Primero Justicia, María Beatriz Martínez, calificó de «eufemismo» el llamado «ingreso mínimo integral indexado» porque, a su juicio, son palabras escogidas por el jefe de Estado «para esconder el desprecio que tiene por los trabajadores venezolanos».
Cree que los anuncios de Maduro fueron «vacíos» y sin certezas para los jubilados y pensionados.
El director de Datanálisis, José Antonio Gil Yepes, advirtió que las empresas privadas del país no aguantan más cargas, esto respecto a la nueva Ley para que las empresas privadas aporten dineros netos a un fondo para jubilados y pensionados.
El diputado de la Asamblea Nacional 2020 José Brito aseveró que es una «burla» tal anuncio y que, en aras de mejorar la situación, «es hora de tomar medidas contundentes para garantizar un salario digno que permita cubrir las necesidades básicas de todos los venezolanos» por medio del voto.
El mandatario Nicolás Maduro encabezó el acto del Día Internacional del Trabajador, el 1° de mayo, en el que anunció un aumento de apenas $30 adicionales de remuneración mínima para los trabajadores de la administración pública, con lo que el «Ingreso Mínimo Integral» se ubica en $130 mensuales.
Este ajuste, nuevamente, ignora por completo el concepto de «salario», que se mantiene en los Bs 130 establecidos en marzo de 2022, así que la administración de Nicolás Maduro acumula tres años consecutivos sin aumentar el salario mínimo en el Día del Trabajador, pese a que otrora este tipo de anuncios eran una de las banderas más importantes del discurso chavista.
«Hoy he decidido subir el ingreso mínimo de los trabajadores a $130 y que impacte crecientemente en la capacidad de los trabajadores, indexado. Este año de enero a mayo hemos impactado en 86% el ingreso mínimo integral de los trabajadores», afirmó Maduro sin hacer mención alguna de la palabra «salario».
Aunque el mandatario no aclaró el concepto que se ajustará, a los pocos minutos el diputado chavista Francisco Torrealba aclaró que el aumento se efectuó únicamente mediante el Bono de Guerra Económica, por lo que no generará ningún tipo de incidencia en prestaciones y pasivos laborales.
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