Exfuncionarios de la Casa Blanca, entre ellos Elliott Abrams y varios exembajadores en Venezuela, como Charles Shapiro, Otto Riech y Patrick Duddy, enviaron una carta al secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, a quien le recuerdan la necesidad de que la administración del presidente Nicolás Maduro respete los acuerdos de Barbados, so pena de que se reimpongan las sanciones.
En la misiva los exfuncionarios destacan su “profundo interés en los esfuerzos por encontrar una solución democrática a la crisis en Venezuela”.
Señalan que, “aunque el acuerdo de Barbados podría haber representado una oportunidad para la oposición democrática para mejorar las condiciones para unas elecciones más libres y justas este año, las acciones posteriores de Nicolás Maduro nos han dejado con poco optimismo de que sea posible un proceso y un resultado creíbles”.
Por ello, consideran que “el momento exige un liderazgo estadounidense más decisivo para preservar cualquier posibilidad en favor de que el pueblo venezolano pueda buscar un futuro democrático”.
El regreso de las sanciones
Tomando en consideración estos argumentos, los voceros instan al gobierno de Joe Biden que “declare inequívocamente que, a menos que Maduro permita a la oposición presentar un candidato presidencial de su elección sin más demora, las autoridades estadounidenses rescindirán la Licencia General 44 que autoriza transacciones de petróleo y gas en Venezuela”.
Advierten que “capitular ante la prohibición arbitraria de la candidatura de María Corina Machado, propiciaría un revés fatal para las perspectivas democráticas en Venezuela”.
En consecuencia, exigen igualmente que “declare públicamente que el derecho de María Corina Machado a participar en las elecciones es una condición para que Estados Unidos extienda el alivio a las sanciones y su reconocimiento de los resultados electorales”.
Alertan que “la señora Machado y su equipo de campaña siguen siendo las víctimas de amenazas creíbles a su seguridad personal … el gobierno de Estados Unidos debe advertir a Maduro que será responsable de las continuas amenazas o violencia contra la Machado y sus seguidores”.
Advierten que “si la diplomacia estadounidense no logra adoptar una postura clara sobre estos temas, creemos que Maduro seguirá pisoteando el acuerdo de Barbados y destruyendo las perspectivas por una Venezuela estable y democrática”.
Mantener la fe
En la carta también aclaran que, “al insistir en que Maduro respete la voluntad de los votantes de las primarias y elevar el costo de no hacerlo, Estados Unidos mantendrá la fe en millones de venezolanos que han luchado durante décadas para restaurar la prosperidad de su país, las instituciones y la economía por medios democráticos”.
Esperan que el gobierno de Biden “esté de acuerdo en que Estados Unidos debe actuar más vigorosamente para la restauración de la democracia en Venezuela. Gracias por su servicio a nuestro país. Esperamos trabajar juntos para promover un resultado positivo en Venezuela”, finaliza la misiva.
A continuación la misiva íntegra:
“Querido Secretario Blinken:
Como exfuncionarios estadounidenses con larga experiencia en las relaciones de Estados Unidos con América Latina, tenemos un profundo interés en los esfuerzos por encontrar una solución democrática a la crisis en Venezuela.
Aunque el acuerdo de Barbados podría haber representado una oportunidad para la oposición democrática para mejorar las condiciones para unas elecciones más libres y justas este
año, las acciones posteriores del régimen de Nicolás Maduro nos han dejado con poco optimismo de que sea posible un proceso y un resultado creíbles.
Creemos que el momento exige un liderazgo estadounidense más decisivo para preservar cualquier posibilidad en favor de que el pueblo venezolano pueda buscar un futuro democrático.
En primer lugar, le instamos respetuosamente a que declare inequívocamente que, a menos que el régimen de Maduro permita a la oposición presentar un candidato presidencial de su elección sin más demora, las autoridades estadounidenses rescindirán la Licencia General 44 que autoriza transacciones de petróleo y gas en Venezuela y renovará fuertes sanciones contra la misma debido a que también se descubrió que los funcionarios estaban subvirtiendo la democracia y participando en una corrupción atroz.
En segundo lugar, creemos que capitular ante la prohibición arbitraria de la candidatura por parte del régimen de la singular abanderada de la oposición, María Corina Machado, propiciaría un revés fatal para las perspectivas democráticas en Venezuela.
Por ello, le solicitamos que declare públicamente que el derecho de María Corina Machado a participar en las elecciones es una condición para que Estados Unidos extienda el alivio a las sanciones y su reconocimiento de los resultados electorales.
Finalmente, somos conscientes de que la señora Machado y su equipo de campaña siguen siendo las víctimas de amenazas creíbles a su seguridad personal. Ante aquella campaña de acoso y el reciente asesinato de un militar venezolano disidente en Chile, en circunstancias sospechosas, el gobierno de Estados Unidos debe advertir a Maduro que será responsable de las continuas amenazas o violencia contra la Machado y sus seguidores.
Si la diplomacia estadounidense no logra adoptar una postura clara sobre estos temas, creemos que Maduro seguirá pisoteando el acuerdo de Barbados y destruyendo las perspectivas por una Venezuela estable y democrática.
Por el contrario, al insistir en que Maduro respete la voluntad de los votantes de las primarias y elevar el costo de no hacerlo, Estados Unidos mantendrá la fe en millones de venezolanos que han luchado durante décadas para restaurar la prosperidad de su país, las instituciones y la economía por medios democráticos.
Esperamos que esté de acuerdo en que Estados Unidos debe actuar más vigorosamente para la restauración de la democracia en Venezuela.
Gracias por su servicio a nuestro país. Esperamos trabajar juntos para promover un resultado positivo en Venezuela.”
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