En el equipo político de la ganadora de las primarias aseguran que la opción de renunciar a su candidatura o declinar en nombre de otro no existe.
María Corina Machado ha recibido el apoyo expreso y el respaldo unánime de todas las organizaciones de la oposición que pertenecen a la Plataforma Unitaria. A pesar de que el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, controlado por el oficialismo chavista, ratificó el veto a su participación en los comicios presidenciales de este año, la líder de todas las encuestas no se baja por ahora de la carrera a la presidencia.
El apoyo a Machado ha incluido a líderes como Manuel Rosales, de Un Nuevo Tiempo, gobernador del Estado Zulia, en el otro extremo ideológico y estratégico de la candidata. Rosales sería un potencial competidor en este momento, ya que, por un lado, mantiene buenas relaciones con el Palacio de Miraflores en Caracas y, por otro, está habilitado para participar.
“Insistimos en rechazar las inhabilitaciones políticas, porque en nada contribuyen a solucionar la conflictividad actual. Esta acción contra María Corina Machado, candidata de la Unidad electa en la consulta popular del 22 de octubre, es inexcusable y se transforma en un revés a los esfuerzos de los venezolanos por superar esta tragedia”, dijo Rosales en redes sociales.
Pero aun con el respaldo irrestricto de casi todos los partidos políticos, y la enorme popularidad de Machado en los sondeos de opinión, ciertos voceros de los sectores moderados del campo democrático -habitualmente muy renuentes a su liderazgo- recomiendan con insistencia tener previsto un mecanismo alterno para escoger un nuevo abanderado, en caso de que a Machado le sea imposible participar.
El volumen de este debate podría aumentar con el paso de las semanas, especialmente dentro aquellas organizaciones que no le tiene especial simpatía a Machado, como Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo y parte de Primero Justicia. Uno de ellos es Luis Vicente León, conocido analista político local y director de la firma encuestadora Datanálisis, quien lleva tiempo analizando el problema.
León, que considera imposible que Machado pueda competir en la elección, explica que su apoyo a este hipotético nuevo abanderado opositor es fundamental, pero tampoco bastaría. León asegura que el actual piso de respaldo a Machado, cercano al 60% del universo electoral, se caería en 20 puntos porcentuales ante la eventualidad de un nuevo nombre.
El opositor Sergio Garrido, de Acción Democrática, actual gobernador del Estado Barinas, aludió al tema sin rodeos. “Nuestra postura siempre ha sido clara, no nos vamos a parar por María Corina Machado. Escogeremos entre todos un nuevo candidato, para que sea el presidente de todos los venezolanos”. Sus palabras sugieren que puede haber gente que comparta este punto de vista en su partido.
Garrido fue electo gobernador de Barinas en un polémico episodio en el cual su nombre sustituyó al candidato inhabilitado, Freddy Superlano, para derrotar sorpresivamente al chavismo en el año 2021. Como en otras ocasiones, Garrido invitó al liderazgo opositor a seguir el ejemplo de Barinas, y a Machado a tener desprendimiento de declinar en función de otro nombre en caso de que sea necesario.
“Ya se conocía el ambiente político previo y el talante de Maduro ante una candidata como Machado”, afirma Elgée González Lobato, abogado, politólogo y académico de la Universidad Central de Venezuela. “Hay una negociación energética de por medio, Estados Unidos necesita a Venezuela y por eso ha dado estas concesiones. Las sanciones planteadas por Washington las pagan los ciudadanos, el Gobierno chavista puede vivir con eso. La dirigencia democrática debe plantearse seriamente la posibilidad de escoger en algún momento a un candidato alterno que pueda capitalizar el enorme descontento contra Maduro, que es transversal en toda la sociedad”.
En el comando político de María Corina Machado la opción de renunciar a su candidatura o declinar en función de otra sencillamente no existe como posibilidad. El mandato que ha recibido en las pasadas primarias es muy claro, aseguran sus allegados, y el capital político que en este momento ostenta no será congelado, ni delegado, ni compartido, sino ejercido. El slogan de su comando de campaña ha sido y es “Hasta el final”, a pesar de todas las preguntas abiertas en torno al “cómo”.
“En este tema hay una visión compartida, la negociación con el chavismo es lo que nos puede llevar a una salida política”, asegura Julio Castillo, político opositor, analista y en este momento parte del equipo político que trabaja con Machado. Castillo destaca que, a pesar de los desplantes de Jorge Rodríguez, las conversaciones políticas siguen abiertas.
Parte de las tareas pendientes en el equipo de Machado consiste en ampliar su espectro y la influencia en las instancias de negociación de la Plataforma Unitaria. La dirigente, sin embargo, ya tiene consigo un abanico lo suficientemente amplio de compromisos con parte importante de la oposición. “Creo que el ambiente interno de la Plataforma en este momento es muy positivo. Hay una enorme lealtad en los partidos, todos están trabajando por el nuevo liderazgo electo, con el plan de “los 600 k”, la anunciada red nacional de defensa del voto. María Corina seguirá haciendo su campaña seguramente en otras condiciones. No niego que el tema de la represión será un elemento presente”, añade.
Mientras, el chavismo sigue en lo suyo: haciendo todo en sus términos. Para el próximo lunes tendrá lugar en el Palacio Federal Legislativo la reunión convocada por Jorge Rodríguez entre el chavismo y algunos partidos minoritarios, formalmente opositores, desgajados de la Plataforma Unitaria y opuestos a Machado, para discutir el cronograma electoral de este año.
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