Familiares y compañeros de Simón González reconocieron su moto en un video que fue difundido momentos antes de que sucediera la explosión. La víctima salió de su casa para hacer una carrera de mototaxi. Sus deudos esperan en la morgue para verificar si uno de los cuerpos que están sin reconocer es el de González.
Su nombre no está en las listas de fallecidos ni de heridos, pero después de ver la moto de Simón González en un video minutos antes de la explosión de la gandola cargada con thinner, que ocurrió en la autopista Gran Mariscal de Ayacucho el 13 de diciembre, familiares y amigos están convencidos de su muerte.
Resignados, llegaron este jueves, 14 de diciembre, a la morgue de Bello Monte, en Caracas. Aguardaban la noticia en el sitio luego de buscarlo y no encontrar su nombre o su cara entre alguna de las víctimas.
Simón, de 29 años, salió de su casa ubicada en la carretera vieja Petare-Guarenas a bordo de su motocicleta modelo Suzuki. Era mototaxista, también trabajaba con grúas, y la mañana del miércoles 13 de diciembre trasladaría a un pasajero a su trabajo.
Fue una de las tantas personas que pasó por el lugar en el que chocaron varios vehículos, entre ellos un autobús del Sistema Integral de Transporte Superficial (Sitssa), contra un camión y otros carros particulares. Vio a dos de sus compañeros grueros en el lugar y decidió estacionarse en medio de los dos remolques para ayudarlos, comentan sus amigos.
En un video, que circula en redes sociales, grabado posiblemente instantes antes de que ocurriera la tragedia, se aprecia la moto de González en la escena, la cual fue inmediatamente reconocida por sus familiares, al igual que las grúas de sus amigos. La persona que grabó el video lo hizo con la intención de enviárselo a su esposa para detallar el motivo de la cola de esa hora.
Al llegar a la escena del suceso vieron la moto completamente calcinada, pero iniciaron una odisea para encontrarlo. “Se murió porque se detuvo a ayudar a sus compañeros, nunca dejó de detenerse para auxiliar a algún accidentado o al ver a algún otro gruero que necesitara ayuda en la carretera”, supone Moisés, uno de sus amigos.
Junto a otros compañeros, Moisés se encargó de los trámites de reconocimiento en la morgue de Bello Monte. Sus familiares aún no llegaban. La víctima no tenía hijos.
“Fuimos a todos los hospitales y no está, fuimos al lugar y ayudamos a los bomberos a recorrer los alrededores, entre los muertos identificados no aparece su nombre, solo falta revisar los cinco cuerpos que no tienen identificación aún”, contó su amigo.
Trabajadores del Sitssa entre las víctimas de accidente
En la morgue de Bello Monte también se encontraban parientes de Luis Almeida, de 53 años y trabajador del Sitssa. El hombre iba dentro del autobús vinotinto que se aprecia en el mismo video donde allegados vieron la moto de Simón.
Almeida fue comisionado, junto con otros trabajadores de la empresa, para ir de Guarenas a Caracas a verificar otra unidad de transporte que fue chocada, pero en la vía también colisionaron.
Al parecer, el trabajador usó un autobús para ir con sus compañeros a verificar el estado de la otra unidad. El transporte no estaba lleno de pasajeros ni las víctimas eran choferes, sino que fue un vehículo asignado para cumplir con la tarea que les encomendaron. Se desconocen las identidades de sus compañeros.
En la medicatura forense, además, se encontraban familiares de Carlos José Pérez, de 31 años; aunque prefirieron no aportar datos de la víctima, aseguraron que reconocieron el cuerpo por su dentadura y una cicatriz que tenía en la cabeza. Pérez era comerciante informal y vivía en Guarenas, acudió el día de la tragedia a Caracas a comprar mercancía.
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